Una vez más la gobernadora Maru Campos Galván le da la espalda a la cultura, y en el caso del que me ocuparé, su administración no acompañó con su presencia la presentación del proyecto de remodelación del Museo Casa Redonda, que ella misma promueve a través de la Secretaría de Cultura.

El día de ayer se dio a conocer un importante proyecto, digno de llamar la atención de la comunidad chihuahuense, por la secretaria de Cultura, Alejandra Enriquez. El acto fue en el propio sitio de lo que algún tiempo fueron los talleres y casa redonda de Ferrocarriles Nacionales, y asistieron vecinos de las colonias Industrial y Santo Niño, trabajadores de diversas ramas del ferrocarril, y desde luego autoridades, destacadamente la propia secretaria mencionada.

Llamó la atención de los asistentes que Maru Campos no hiciera acto de presencia porque estaba programada para darle alto nivel burocrático al proyecto, apalancarlo desde el mismo surgimiento, como suele suceder en estos casos.

Aunque soy liberal para las reglas de estas ceremonias, que pienso deben aligerarse, entiendo que si la gobernadora no asistió, sería explicable por una causa de fuerza mayor o por un asunto prioritario.

Lamentablemente no fue así, y me explico: prefirió reunirse con los exgobernadores priistas Fernando Baeza, Patricio Martínez y José Reyes Baeza Terrazas, con un extraño asunto, porque no es del ámbito del propio gobierno del estado, como lo es la construcción del nuevo relleno sanitario de la ciudad de Chihuahua, que está conexo a un par de circunstancias: detrás hay un negocio en ciernes, compromete los amparos para suspender la obra y las complicaciones de Marco Bonilla al respecto.

Pero todo mundo se preguntará qué tienen que ver los exgobernadores con el tema del relleno sanitario, y la disertación que hizo al respecto Patricio Martínez, quien fungió como vocero a la salida de la reunión, porque así se lo indicó Fernando Baeza.

Obvio que nada tienen que hacer en el tema, salvo que tengan intereses comprometidos en el proyecto. Pero, en todo caso, el asunto es del municipio y no del gobierno estatal.

Volviendo al tema, luego de esta digresión, lo que se puede decir, sin lugar a dudas, es que Maru prefirió un tema conexo a la basura a otro más importante que tiene que ver con la cultura y con un proyecto importante de su mismo gobierno.