El muy desconocido diputado federal morenista, Alejandro Robles Gómez, hizo pública la peregrina idea de que “vamos a obradorizar el Poder Judicial”. Cualquier semejanza con una añoranza monárquica anterior a la Revolución francesa de 1789, no es casualidad.

Aunque es un planteamiento aislado, al que le llovió el rechazo de inmediato, no deja de ser preocupante esa pretensión de concentrar todos los poderes en la figura del presidente.

Flaco favor le hace el diputado a López Obrador en estos momentos. Podría quedar en una simple lambisconería, impensable en los tiempos del PRI, pero ahora, son propuestas del tráfico diario de los que hacen carrera adulando al hombre de Macuspana.

A ese paso, no faltará quién quiera maruquisar el Poder Judicial, aunque de facto ya lo está.

Quizá el diputado se equivocó, cosa que dudo, y lo que quiso fue deodorizar.