Duarte, reprobado en política

La fundación Konrad Adenauer, a través de sus brazos, y en este caso en nuestro país, acaba de hacer público un informe que revela, con su metodología contrastable contra otras, el Índice de Desarrollo Democrático que existe en el país y dentro de él Chihuahua. Sin demérito de este trabajo, es correcto que se sepa que la COPARMEX es parte interesada en la investigación anual y de ahí la presencia de Ignacio Manjarrez, líder de ésta en la entidad. Empero sus resultados no andan tan descarriados y se constituyen en visiones convergentes con la crítica que hemos emprendido por lo que pasa en Chihuahua con el gobierno de César Duarte. En el ranking que comprende todas las entidades del país, Chihuahua prácticamente está no sólo reprobada, sino en el atraso que se demuestra al ver cómo ocupa los últimos tres lugares cuando se tiene a la vista derechos políticos y libertades civiles. Atrás también, al ocupar el número 18 en la calidad institucional y eficacia política, y también al quedar en el rezago casi absoluto en la capacidad para crear políticas de bienestar o eficacia económica. Lo anterior va a contrapelo de la demagogia gubernamental que se sostiene sin una repulsa generalizada a consecuencia de que los medios de comunicación y el espectáculo sistemático operan para que los chihuahuenses no vean la deplorable realidad que nos azota.

Vea usted esta tabla:

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Dos anotaciones finales: la COPARMEX, interesada en estos diagnósticos, se muestra obsequiosa con el gobierno, transige y pacta con él –recordemos el Impuesto Sobre Nómina y affaire FECHAC– porque a final de cuentas se hace para donde se calientan gordas y antes que principios tiene intereses y caciques muy reconocidos que en materia de obra pública se llevan muy buena parte de los presupuestos municipales y el estatal. Aparentemente sin importancia, pero por haber sido cuestionado por mis críticas a la gruesa de los periodistas, aquí hay un informe que ojalá lo analicen y lo deshuesen para que no se ofusquen cuando señalamos que no cumplen con este papel.

 

El Dios de la señora Susanne Atanus

Susanne Atanus es una politicastra –porque se propone castrar, si fuera posible– del Partido Republicano de los Estados Unidos. Con su perfil, por cierto, aquí en México hay no pocos priístas y panistas que piensan como ella y actúan como ella, aunque no tengan la sinceridad para dar a conocer su credo de derecha. Obviamente que Atanus está en contra de las uniones homosexuales, el aborto, la eutanasia y toda esa agenda que le permite a la reacción política realizar su gestión, atenta a lo que sucede entre las sábanas. Claro está que salpica sus consignas basándose en las sagradas escrituras y más en el Dios del antiguo testamento, del cual no ha leído seguramente el libro de Habacuc, donde esta legendaria persona del pueblo elegido le pregunta a Dios si  no es excedido en sus castigos, producto de una ira omnipotente. Y digo esto porque la republicana explica el calentamiento global, los tsunamis, terromotos y cataclismas como una especie de las siete plagas en Egipto por la ira de Dios, que ve que sus criaturas se unen en parejas del mismo sexo, abortan, interrumpen su vida luego de una incurable enfermedad y lo que usted imagine al respecto. Tan ilógico es su pensamiento que bastaría pensar por qué Dios no discrimina y sin convenir en que sus castigos son correctos, no excluye a los inocentes que la padecen. Unos se calientan y todos la pagamos. Cómo andarán las cosas que hasta los líderes del Partido Republicano le han recomendado que se retire a la vida particular, donde se le quiere ver reconfortada por toda la bondad de Dios, ya que su patibularía cara política no le asegura escaño alguno en el Congreso, sino el cargo de celadora en algún penal de la época de los gángsteres norteamericanos. Hasta Al Capone se habría enmendado si la conociera.

 

Duarte Yaks: Peña Nieto hace escuela

Pasó censurada la versión del discurso de Raúl Plascencia, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, durante el informe de José Luis Armendáriz, en este apartado: al dirigirse el primero al titular del Ejecutivo, y seguramente para presumir su dominio del francés, le dijo: “…César Horacio Duarte Yaks”, lo que provocó sonrisas contenidas que jamás se desbordaron a carcajada porque la marca PRI así lo impone. El dislate hubiera tenido otras historia si lo hubiera dicho Enrique Peña Nieto, porque entonces esa marca PRI hasta estaría elucubrando un desconocimiento anticipado del cacique. Algo así como la ratificación de que Ojinaga es Ojinawa.

La veta del trabalenguas ofreció en corto y en el seno mismo de la reunión donde se dio el informe de la Comisión local, la oportunidad para destilar humor que va desde el negro hasta el sicalíptico. Jacques Clément, recordaron algunos, fue el monje dominico francés tiranicida que mandó al averno al rey Enrique III; otros dijeron que siendo Duarte un gran impulsor de la industria agroalimentaria, el derechohumanista lo confundió con el creador de las famosas salsas catsup. Otros más de naturaleza freudiana recordaron lo que se supone un día dijo el padre del psicoanálisis, afecto a fumar puros, que si bien el habano podía ser un falo, nunca dejaba de ser habano, insinuando que Plascencia acometió un acto fallido al evocar chiles, enlatados desde luego; y otros, vista la mafia que se ha formado acá, sugirieron que se trató de un bautismo, porque ya tenemos a don Clemente. En estas opciones usted escoja la que más le guste y reconforte.