Columna

El PAN de Maru va por el control absoluto del Tribunal

El pasado miércoles primero de junio se publicó la reforma constitucional relacionada con el Poder Judicial, importante porque dispone la mecánica para el nombramiento de magistrados, esencialmente.

Un día después inició su vigencia y, a partir del 3 de junio, empezó a correr un término de quince o treinta días para impugnarla, según el recurso por el que pudiera optarse, de tal manera que se puedan interponer amparos contra leyes o promover una acción de inconstitucionalidad por parte de los diputados. Esta última variable sólo es posible en la cancha de la fracción morenista en el Congreso local.

El tema es de suyo delicado porque, de consolidarse la plena vigencia de la reforma, el Poder Judicial del Estado quedará absolutamente a merced de la facciosidad del Partido Acción Nacional, cuenta habida de que se nombrará un triunvirato para procesar los nombramientos de magistrados.

Esos triunviros serán: uno, el que designe la gobernadora; dos, el que designe el Congreso del Estado; y tres, el que designe el Tribunal Superior de Justicia. En otras palabras, son tres panistas los que tendrán en sus manos las decisiones, y realmente se hará presente el poder absoluto de la gobernadora Maru Campos, porque es previsible que no tenga resistencia alguna.

La reforma que comento está diseñada exclusivamente para garantizar reelecciones de magistraturas, o para designar nuevos titulares, acordes con los intereses del PAN. Esto significa que, como nunca, se va a partidizar al poder encargado de la justicia, ya de por sí colonizado por panistas y duartistas, que para efectos son lo mismo.

Mientras tanto, el Estado de derecho espera en Chihuahua mejores tiempos. Ojalá lleguen.