Se ha insistido mucho que en política la forma es fondo. En otras palabras que las apariencias suelen no engañar. En días pasados estuvo en Chihuahua la secretaria de Bienestar Ariadna Montiel y se entrevistó con Maru Campos, ayer adversarias hoy privilegian las relaciones innnstitucionales. Nada que no se haya visto.

Pero ya en el círculo de amigos morenitas se fueron a comer al restaurante La Casona de Aldama y Ocampo de la ciudad de Chihuahua establecido en la que fuera la casa del cacique capitalista Luis Terrazas, con mucha historia en el porfiriato. Ahí la secretaria, Juan Carlos Loera y algunos jefecillos menores compartieron el pan, la sal algunas bebidas espirituosas.

Dirán que eso no trastoca la austeridad Cuatroté, pero de manera inequívoca se colocaron en una vitrina que los muestra ante el pueblo como amantes de la Dolce Vita. Presumen de robespierranos pero les gustan los modos de la corte. La forma es fondo.