Maru, el PRI y el desprecio por los pueblos originarios
La masacre de Cuauhtémoc, Chihuahua, provoca una pregunta importante: ¿es la despedida a Javier Corral y la bienvenida a la realidad de María Eugenia Campos Galván y su muy mentiroso secretario de Seguridad Pública, Gilberto Loya Chávez? El tiempo lo dirá.
Por lo pronto, tendremos que padecer, de gota en gota y hasta la última, la cortina de humo en que se ha convertido a Javier Corral para culparlo de todo, como un recurso para esconder una realidad que muy pronto estará a acusando a los acusadores del nuevo gobierno.
Ciudad Cuauhtémoc se ha convertido en el eslabón de la seguridad en Chihuahua y de ahí se extienden sus consecuencias, como una puerta a una vasta región que abarca las barrancas y la sierra, zona de extraterritorialidad en la que reina y gobierna el crimen organizado.
A esa región se le nombró un funcionario: al priísta Enrique Alonso Rascón Carrillo, que tendrá a su cargo la Comisión Estatal para los Pueblos Indígenas. Se trata de una concesión, porque el gobierno de Maru Campos fue un reparto de retazos a su propio partido, de donde tomó a los de ultraderecha, al PRI, al duartismo y a un PRD decadente.
Si bien Enrique Alonso Rascón no está en la cima de los integrantes del nuevo gabinete, es más que sintomático que su origen en la influencia de Omar Bazán, de quien suplente en la nueva legislatura local, hable del desprecio profundo que se tiene por la región señalada y sus pueblos originarios.
Omar Bazán, consentido de Manlio Fabio Beltrones, ha contribuido al saqueo y despojo de ejidatarios a los que les debe no sólo dinero contante y sonante, sino la pérdida de su seguridad. El fraude y el despojo en el Ejido San Juanito, por poner un solo ejemplo, puso a la vista del crimen organizado las debilidades y la vulnerabilidad de la gente.
En San Juanito, Bocoyna, aún están esperando que Omar Bazán pase a pagarles lo que les debe.
En medio de esa vulnerabilidad, sus acreedores han pagado –no lo acuso de homicidio– con sangre y vidas, pero eso no lo ve el actual gobierno y le concede a uno de los suyos el cargo que tiene que ver justamente con la política hacia los pueblos originarios.
Lamentablemente, habrá más.