Extraño desplegado publica hoy MORENA son respecto al problema del agua y de la presa La Boquilla. Lo primero que llama la atención es lo tardío, a más de una semana. Nos dan noticias de lo que ya sabemos: un gobernador inepto y distante a la problemática que afecta a los agricultores, el manoseo de los políticos panistas y la demanda y el reclamo a la doctora Blanca Jiménez Cisneros, responsable nacional de CONAGUA. A ellos se les exige. En cambio, al que tiene la responsabilidad constitucional del asunto, el presidente de la república, con comedimiento se le pide que escuche testimonios y opiniones, tanto de expertos como profesionales en materia hidrológica. 

En realidad, no juega el rol que le corresponde como partido y la distancia que debe tener, objetivamente, con la dimensión del problema.

Pero lo que más llama mi atención es que a los técnicos se les pide que tengan una “probada solvencia moral”. En principio, los técnicos son técnicos, y sus opiniones pasan por varios filtros hasta decantarse en conocimiento aproximado a la realidad de las cuales se van a desprender las decisiones. Pero aquí se exige moral, y no está mal; el problema es quién va a expedir el certificado, y más allá de esto, quién va a creer en él. 

A los desplegados, aunque oportunistas, hay una regla que los rige: han de ser oportunos.