Miriam Soto, la alcaldesa panista del municipio de Meoqui, se ha incorporado de lleno al narcisismo político. Se trata de esa plaga en el que jugará el yo yo político que es la plataforma para ganar presencia sin verse en la obligación de informar a su comunidad primordialmente y luego, si corresponde y amerita al resto de la sociedad y del estado chihuahuense en este caso.

En era de narcisos y vanidades, personalismos y protagonismo estériles, la alcaldesa de Meoqui no se quiso quedar atrás y pagó o hizo pagar 22 planas del periódico El Diario de Chihuahua, full color, es decir, de las más caras para que se le conozca en la capital del estado sin más propósito que la simple propaganda inútil. 

Quizás se está sumando a la “galopada” que anunció la desaparecida Maru Campos, para que no tan solo haya caballos sino yeguas también. Aclaro que el lenguaje de zoología lo puso en circulación en este caso la propia gobernadora. Demás está decir que no me gusta ese lenguaje, pero tampoco me es extraño, sobretodo en el sofisticado uso que le dio el florentino Maquiavelo, pero eso es otra cosa.

Doña Miriam con su acción publicitaria contribuye al socorro permanente que los gobiernos panistas le dan a los periódicos de Osvaldo Rodríguez Borunda, residente en el Paso Texas. 22 planas cuestan y cuestan mucho, el dinero sale del arca municipal y de los propio proveedores del municipio de alguna manera coaccionados para permanecer en tal calidad.

Las 22 planas se dividen así: seis completas, 21 medias, 22 cuartos y dos pequeños recuadros. La alcaldesa aparece casi de cuerpo completo en todas con impecable traje de diseño de fino lino, sirva el ripio para algo.