Maru: más que galopada, será estampida

La gobernadora del estado, María Eugenia Campos, se sacó de la manga que hay una “galopada” panista y que llegará a la candidatura por su partido el más cargado de energía, aunque sea artificial. Aprovechó su estancia en ciudad Delicias para hacer el nefasto anuncio, exhibiendo de paso que sus simpatías por Marco Bonilla no son prioridad suya. Esta contradicción, inobjetablemente presente, puede agudizarse carcomiendo al PAN de Chihuahua para enrutarlo a su extinción, prefigurada en la pasada elección de junio.

Sabe la gobernadora que tiene de su lado a la prensa vendida para mantener ocupada a la opinión pública con esa baratija, copiada del esquema obradorista, que abrió el proceso sucesorio de candidaturas presidenciales de manera más que  anticipada. Como si ese fuera el problema más agudo que duele a los chihuahuenses.

Lo que veremos, con este lenguaje de zoopolítica, es una estampida:  cómo correrán con el desparpajo y sin destino los que hoy roban a placer. Con jamelgos quiere  hacer política. Y es que el lenguaje campirano predomina: corrales y campos.