anatomia-corrupcion-22may2015

La investigadora y analista política reconocida nacional e internacionalmente, María Amparo Casar, publicó un libro denominado Anatomía de la corrupción; es una investigación que sale con el sello del prestigiado Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE). La publicación es más que oportuna en la coyuntura actual, dentro de la cual la corrupción política ha alcanzado una visibilidad notable y, como en el caso de César Duarte, ha generado la aparición de una organización como Unión Ciudadana, que ha salido a la calle por primera vez en la historia del país con esa temática que tanto ensombrece a México, no nada más en el ámbito interno sino en los círculos internacionales donde se descalifica al país, precisamente por los gobernantes que abusan de sus puestos y posiciones para enriquecerse de manera escandalosa. El mérito de la obra de María Amparo Casar es traducir a números la magnitud del fenómeno, porque se habla mucho de él pero sin dar las herramientas para su medición, que en este caso alcanza cifras verdaderamente astronómicas, como sería el costo del 9% del PIB, cifra escandalosamente exorbitante, al indicador que suma como otro tipo de corrupción, más pequeña, que golpea las posibilidades mismas de un desarrollo democrático en favor del autoritarismo que se esconde en las prácticas negras de las que se valen los políticos para convertirse en multimillonarios en los tres o cuatro años que ocupan un cargo.

Los aparatos de rendición de cuentas, y en general los encargados de persecución de los delitos y de la aplicación jurisdiccional de las penas, deben someterse a una profunda reforma para demostrar con hechos que algo se hace para remediar este mal, pues no deja de sorprender que en un periodo que va de 1998 (que se funda la Auditoría Superior de la Federación) a 2012, haya 441 casos que llegaron al rango de denuncia, contrastando con los 7 que fueron consignados debidamente. Esto habla de la fortaleza del pacto de corrupción e impunidad que le permite a la clase política, en particular a la priísta, mantenerse poderosamente unida por ese cemento que es la corrupción que hace de ese partido una especie de monumento inconmovible de acero y hormigón.

Tiene razón, y mucha, la autora, cuando subraya que esta patología política debe ocupar un lugar privilegiado en el ámbito de su conocimiento, la información al respecto, porque es sabido de sobra en la ciencia política que a mayor desconocimiento de los rangos de corrupción, se corresponde la tolerancia y la permisividad a la misma. La obra de la doctora Casar está llamada a jugar un rol muy importante para la mejor comprensión de este bochornoso tema.