Enhorabuena que apareció con vida Leobardo Torres Parra, el candidato de MORENA a presidente municipal de San Francisco de Borja, territorio que se encuentra en las inmediaciones entre Cuauhtémoc y Nonoava, región serrana de Chihuahua. 

De todas maneras, el caso debe ser investigado, esclarecido por la violencia que ha acompañado al periodo electoral durante este proceso recurrente y grande en su etapa final en todo el país. 

Pasarán a la historia estas elecciones como las más violentas por el número de homicidios a candidatas y candidatos que se han registrado. 

El fenómeno nos habla ya de un viraje verdaderamente escalofriante. En una primera etapa el crimen organizado contemporizaba con las autoridades municipales en la ruta de la droga y de otras actividades delincuenciales; luego se traslapó el crimen con los partidos y ponía a placer candidatos y administraciones municipales (recordemos todo lo que está con nexo al crimen de Miroslava Breach Velducea); y ahora, con lo bien establecido que está el sicariato, se practica a fondo la eliminación física de los que son incómodos y todas las hipótesis que se quieran imaginar para decidir homicidios y agresiones graves. 

En Chihuahua hemos sido testigos de cómo la caída de un caballo de un alcalde lo llevó al retiro. 

Estupendo que el candidato morenista Torres Parra haya sido encontrado, que no tenga nada que ver con lo aquí dicho, pero la verdad se debe saber a fondo. 

Por lo pronto, lo que se puede enfatizar es que la Guardia Nacional se oxigena masivamente en la Ciudad Deportiva de la capital del estado (¿?).