La buena noticia de hace un par de días es que algunos activistas que luchan en contra de la corrupción desde el ámbito ciudadano vinieron a la capital chihuahuense para discutir aspectos sobre el tema y, según la prensa local, “fijar las bases de la política nacional anticorrupción” y la “interrelaciona de la propuesta de esa estrategia a nivel estatal”.

La mala noticia es que lo hacen de la mano de COPARMEX, una de las entidades empresariales que por décadas ha formado parte de la corrupción, no sólo a nivel estatal sino nacional.

Es una película demasiado vista. Los últimos sexenios del PRI, incluidos los del PAN, donde abrevan a modo los integrantes del sindicato de patrones, han visto pasar propuestas de toda índole respecto al combate –hoy sabemos que simulado– de la corrupción.

En ese sentido, no hay nada que una propuesta ciudadana pueda tener mayo eco que en la ciudadanía misma. Nadie hará por las ciudadanas y ciudadanos lo que estos no hagan por sí mismos.