Esta entrega contiene dos cápsulas de coyuntura que lanzo al ciberespacio como adelanto de reflexiones que merecen un tratamiento a mayor profundidad.

La primera tiene que ver con un funeral que no me permite escribir una carta de pésame, género en el que lució genial el gran escritor Marcel Proust, el autor de grandes novelas que marcan al mundo contemporáneo. Hubiera podido tomar algo de Marcial, de Juvenal, de Swift y de otros que brindan modelos para la fina ironía y clavar un aguijón en la parte que más duela, pero me dije: ¿para qué hoy?, recordando la vieja conseja de Sófocles en Ayax “No me gusta tampoco un lenguaje así en las desgracias. Las palabras duras, aunque estén cargadas de razón, muerden”.

La segunda se refiere a la aparición de intolerancias insoportables. Escribo del surgimiento de ortodoxias que lastran o impiden un diálogo necesario, indispensable. La idea la encontré en nuestro poeta sinaloense Gilberto Owen, que nos dijo en Otros Poemas: “La herejía… es sólo un puente entre dos ortodoxias”. Me pregunto: ¿iniciaremos una nueva época de herejías? Quién lo sabe.