Chihuahua se conmovió con el crimen de la niña Camila. No es para menos. A lo largo de las dos últimas décadas hemos visto este tipo de horror infernal. No viene al caso hacer una reseña en medio del gran dolor que nos golpea a todos.
Este crimen es una señal a la vera del camino, un signo de interrogación que nos abarca a todos, quizá más a unos que a otros, cuando ponemos en la mira al gobierno y al estado.
Empero, no es esa mi preocupación. Me preocupa que después del estremecimiento los gritos desgarradores, las palabras que se dicen al calor de los hechos para olvidarse después, continúe siendo una expresión más del gran malestar con la cultura que tenemos y que nos agobia. Decimos “nunca más”, pero no unimos la palabra a la acción.
¿Hasta cuándo?
Y MÁS ESAS PATOLOGÍAS, DE ENFERMEDAD PSICOLÓGICA, SOCIALES, Y GRAVEDAD QUE VULNERAN A LA FAMILIA, ES CRÍTICO, ES VIOLENCIA A LAS PARTES MÁS DÉBILES, LOS NIÑOS, QUE SU INOCENCIA CAUTIVA Y DESPROTEGIDA QUE POR DESCUIDO FAMILIAR O POLICÍACO. EL HECHO NADA DE JUSTIFICACIÓN DESDE CUALQUIER PUNTO DE VISTA, SOCIAL, MORAL, RELIGIOSO, Y POLÍTICO LO SABEMOS. EL FONDO ES QUE LA DESCOMPOSICIÓN SOCIAL DE ESTE DENIGRANTE HECHO DESDE LA EXPLICACIÓN ANTROPOLOGÍCA. AÚN DE LA EDAD DE LA CABERNA SIN LÓGICA ALGUNA.. Y COMO ME DIJO UN MILITAR, NO PUEDO PONERTE UN SOLDADO DE TIEMPO COMPLETO A QUE TE CUIDE, CUIDATE TU NO PASES DE MADRUGADA POR AQUÍ LO SABEMOS Y ENTENDEMOS, COMO SOCIEDAD EN CONJUNTO TENEMOS QUE LLEVAR A CABO ACUERDOS INMEDIATOS DEL GOBIERNÓ, DEL SECTOR PRIVADO, DE LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES, Y PROPONER SOLUCIONES A ESTE Y OTROS DE DECENAS DE PATOLOGÍAS, INDIVIDUALES, QUE NO ES AGRADABLE NI ASUNTO DE SALUD MENTAL, ES UN PROBLEMA GRAVE QUE INVOLUCRA A VARIAS ARISTAS DE ESTE ASUNTO DELICADO MÁS…. EL LLANTO SEGUIRÁ Y POR ESTA NIÑA DE VIDA TRUNCADA, LA OFRENDA ES EVITAR QUEDARNOS PASIVOS!!!… ANTE LA MAGNITUD DEL HECHO DOLOROSO EN NUESTRA SOCIEDAD DEL PRESENTE…
Al recuperar la voz después de encarar la atrocidad del suceso, es nuestro deber analizar el porque nuestra sociedad ha perdido el rumbo y de allí partir para implementar los cambios radicales que nos permitan evolucionar a una sociedad de valores. Creo que Mexico ha vivido un coctel destructivo de eventos que han culminado en una sociedad con enormes deficiencias. Debemos ser autocriticos en grado superlativo y admitir nuestra negligencia, como pais, para educar y encauzar a la niñez y la juventud por buenos derroteros. La pobreza y la injusticia, convertidas en lastre perene de las clases sociales mas desprotegidas, son el generador primordial, aunque no exclusivo, de los problemas actuales, De alli parten la desintegracion familiar, las familias disfuncionales y la ausencia de valores. De alli parten la desesperanza, la impunidad, las mentes desequilibradas. La complejidad de este hecho rebasa por completo los limites mios y de este espacio, pero la realidad es que el daño esta hecho y tomará mucho tiempo subsanarlo suponiendo que pusieramos manos a la obra.
No porque hayan sucedido y manchado la historia, se tiene que aceptar los actos aberrantes del ser humano cometidos hoy, que pasa por alto a la educación, principios y valores por culpa de la verborrea de la política que nunca podrá suplir. Las matanzas de sadam Husein, de Hitler, Musolini, Idi Amin, Kadafi, las guerras santas (en el nombre de Dios), la pederastía infame cometida por la iglesia (ayer y hoy), los perdones otorgados por la jerarquía del Vaticano a Marcial Maciel y sus legionarios de Cristo (en plena actividad hasta el día de hoy), la indiferencia de la sociedad en su conjunto, la irresponsabilidad de las instituciones, el crimen de lesa humanidad cometido por los dictadores de hoy, la separación de los niños de sus padres por disposición del loco de Trump (corregido y aumentado), la distorsionada interpretación del gobierno mexicano frente a la desigualdad y a la seguridad y todo lo que esta implica y sobre todo mi actitud sin dignidad carente de aptitudes éticas y morales arropadas por la ineptocracia pública, la corrupción y la impunidad. Son elementos, factores y variables que me predisponen a la irresponsabilidad. Negarlo sería tanto como negarme a mí mismo. ¡Sálvese quien pueda! Es el libro de Andrés Openhaimer, y recomiendo leerlo.