El duartismo, y en este caso su intendente para la ciudad de Chihuahua, Javier Garfio Pacheco, ha mantenido de principio a fin una guerra fiscal y tributaria contra los causantes. Menudean el establecimiento de multas excesivas, fotomultas y, ahora, la pretensión de hacer mucho más gravoso el impuesto predial, a saber, una de las fuentes principales de tributación a la institución municipal, de acuerdo al reforma que se hizo durante el gobierno de Miguel De la Madrid Hurtado al artículo 115 constitucional. Siempre se ha visto que el gravamen predial se incrementa de manera tal que no hay argumentos sino enmascaramiento de cómo cobrarlo, pero siempre, al final, el causante sale perdiendo recursos de sus ya magros ingresos. No es infrecuente que año con año se maneje la idea de que la tasa porcentual es la misma pero vía la actualización del valor de los inmuebles, el impuesto finalmente se corre al alza.

Estamos en presencia de un intento de Javier Garfio por hacer más oneroso el impuesto predial. Ya planchó la decisión en un cabildo en el que cuenta con una obsequiosa mayoría que avala sus decisiones, las que sean. La decisión, por compleja, pasará también por el Congreso del Estado, cuando se aprueben las leyes de ingresos, y desde luego las tablas sobre las cuales se cobra, de tal manera que no es previsible dada la arrogancia autoritaria del dueto Garfio-Duarte, que se quieran salir con la suya, golpeando más la economía de la gente.

Además, conviene decir que hay una resistencia, muy pasiva por cierto, al establecimiento de estas gabelas y por una razón esencial: se paga el predial pero no hay contraprestaciones tangibles en los servicios que están a cargo del propio municipio, especialmente en materia de seguridad, mantenimiento de las calles, los parques, que son un desastre total. Lo que tenemos ahora son las pretensiones de un gobierno rico, que se quiere hacer más rico, y en el otro extremo una sociedad golpeada y en el abandono.

Se impone crear un frente para resistir esta decisión. Ojalá y los contribuyentes se decidan a crearlo y ganar un batalla significativa contra un gobierno ineficiente y divorciado de la sociedad. No quiero dejar de mencionar, sin el ánimo de curarme en salud, puesto que no estoy enfermo de anda, que soy de los causantes que paga puntual el predial y con todo el dolor de entregarlo a déspotas y corruptos del tipo de Javier Garfio. Pero al igual que muchos, como dijo Murillo Karam, ya me cansé.