La batalla esencial hacia el 2021 desde luego que pasa por la elección de prácticamente la mitad de los gobernadores de los estados, en un momento en el que se padece una profunda crisis en el sistema de los partidos políticos que incluye a MORENA. La calidad y prestancia de los liderazgos y los candidatos será esencial. Hasta aquí nada que no se sepa. 

Pero en un segundo nivel de observación, injustificado y grave, está la elección de los nuevos integrantes de la futura Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, más si nos hacemos cargo de que muchos aspirarán a reelegirse sin trayectorias presentables y sustentadas por su trabajo en los meses que corren. A muchos diputados no los conocen ni en su casa, por decirlo de alguna manera. Con decirles que hasta la elección de diputados locales será esencial por la pertenencia de las legislaturas al aparato reformador de la Constitución General de la República a eso que se ha dado en llamar “constituyente permanente”.

Empero, esa elección en trescientos distritos, más los que se integren por la vía de la representación proporcional, es la batalla principal que le puede dar sustento a eso que se llama “Cuatroté”, o de plano ponerla al borde del naufragio. 

Pero en eso pocos piensan, anhelan poderes ejecutivos y presupuestos, o sea, quedar donde hay.