Columna

UACH: diez argumentos

De Unión Ciudadana para la comunidad universitaria

1. Hay una convergencia unánime: la UACH debe avanzar hacia una transformación de fondo; lo existente debe ser  rediseñado y reemplazado.

2. Esta transformación ha de ser un producto de un amplio diálogo y deliberación en la comunidad universitaria: alumnos, académicos, investigadores y trabajadores administrativos. Si es preciso, convocar un “Congreso por la UACH” para vertebrar esos mecanismos de participación. La departamentalización, bien diseñada, puede ser buena opción para operar la academia y superar así añejas estructuras y feudos.

3. La sociedad también debe participar (obreros, campesinos, empresarios, padres y madres de familia, colegios de profesionistas, pueblos originarios y en general las expresiones de la multiculturalidad y la etnicidad existentes en el estado) e incorporar variadas aspiraciones con modernas y nuevas estrategias y tecnologías  en la formación de recursos técnicos y profesionales.

4. Ese proceso ha de desembocar en la promulgación de una nueva Ley Orgánica de la UACH que garantice una real autonomía universitaria, que cancele la sobrepolitización de la figura del rector y directores, y mejore los procedimientos para la elección de los mismos.

5. Abrir un proceso de justicia transicional que reconcilie a la UACH con su pasado, especialmente con las expulsiones y despidos de alumnos y maestros durante la etapa de 1973-1974.

6. Darle cauce al esclarecimiento de las denuncias penales por corrupción, actualmente existentes, en estricto apego al debido proceso y saldar ese tema.

7. Redefinir el papel de las ciencias, la técnica, el humanismo y las artes en un estado inmerso en una nación y globalidad, a partir de nuestra calidad fronteriza con una de las economías más poderosas del planeta, lo que obliga a estudiar la conexión con los Estados Unidos. Contribuir al diseño de una política de Estado en materia de educación superior.

8. Generar las condiciones para propiciar la existencia de una administración transparente, eficiente y eficaz  para optimizar los recursos y garantizar el  acceso de quienes están en  precariedad económica y que padecen la exclusión. Levantar una infranqueable muralla contra la corrupción política en la UACH para “no olvidar jamás que la corrupción de lo mejor es la peor de todas”.

9. Construir las bases para integrar a la universidad con todos los sectores de la sociedad. No bastan cursos de valores, se requiere la formación día a día  que vincule el conocimiento con el entorno social y cultural para formar  hombres y mujeres comprometidos con sus comunidades y en general con la sociedad.

10. Si nos topásemos con la intransigencia para facilitar el diálogo y la deliberación, organizar un sector de la sociedad para emprender la recolección de las firmas ciudadanas suficientes para interponer una iniciativa legislativa popular ante el Congreso del Estado y defender el nuevo proyecto de universidad que Chihuahua necesita.