vivebus2-28mar2014

La miga esencial del problema Vivebús no se debe perder de vista en dos sentidos: para exigir un cambio radical para que Chihuahua tenga un auténtico servicio público para la movilidad urbana, principalmente; pero, además, para hacer un ajustes de cuentas con el cacicazgo local por las responsabilidades que le tocan, y que no son pocas, en materia de desorden, corrupción, facciosidad y falta de profesionalismo para resolver un problema en el que ya se involucraron enormes cantidades de recursos del erario. En ese marco, la opinión pública no tiene por qué privilegiar la huelga a la que están emplazando los charros, si la familia Borruel tiene concesiones, y tantas cosas que el gobierno está empleando ahora para esquivar el golpe de una crisis que va creciendo como bola de nieve y de manera más que justificada. Ponerse a buena distancia de la cortina de humo, permitirá la mejor comprensión y entendimiento de lo que hay para reclamar derechos muy sentidos por quienes batallan todos los días para moverse de sus casas y colonias a los lugares que los ocupan en la vida cotidiana.