Cargando casi cien años de vida, con una presencia política extraordinaria a la que sumó su experiencia como hombre de negocios e industrial, el panista Luis H. Álvarez mostró su apoyo a Ernesto Cordero por la competencia actual para renovar la dirección nacional del Partido Acción Nacional. De alguna manera el alineamiento de personalidades en el PAN y la competencia misma le da relevancia al partido de la derecha que no recurre a los viejos y anquilosados mecanismos que vemos en otros partidos, por poner ejemplos, el dedazo en el PRI y la incapacidad y fraudes que con cada elección se ven en el PRD. Circunstancias negativas de ese tipo, contribuyen a deteriorar más la imagen y la percepción que los ciudadanos tienen de la política y en especial de los hasta ahora imprescindibles partidos políticos.
En el caso de Álvarez, ni siquiera el paisanaje influyó y al irse al bando de Cordero le dio la espalda a Gustavo Madero, Francisco Barrio y a Javier Corral, que siempre lo ha tenido como una autoridad ética en materia de política. Es la libertad de Luis H. Álvarez la que va por delante, su añosa vida seguramente le facilitó la decisión. A la enorme distancia que guardo con ese partido –perdón José Alfredo– sostengo que es una pésima decisión que si bien ya no deteriora su autoridad moral, sí lo enrumba por un camino que el PAN ha de clausurar si quiere sobrevivir: el calderonismo y todos sus excesos innumerables.
El Aeroshow o el camino del abismo
Los agraviados con el Aeroshow, a mi juicio, han perdido el tiempo: les sobra ley para hacerla valer en los tribunales de manera profesional y a la hora de la sentencia, tengo para mí que favorable, no habría excusa por parte de las entidades gubernamentales para pagar las indemnizaciones. Al asunto le falta un poco de visión de Derecho y le sobra un tanto de seducción política. Lo peor está a la vista, si nos atenemos a la circunstancia de que ya se nombró una “comisión de seguimiento”. Porque dice la conseja, certeramente, que si deseas que algo no se arregle fórmale una comisión al problema. Es el abismo.
Patricio el tapanquero y la referencia a Guillermo Tell
Ayer tuve un desliz con Patricio, hoy lo corrijo. Tiene que ver con la referencia a Guillermo Tell: en realidad un personaje legendario que probablemente no existió y al que se le adjudica el haber sido sometido a la prueba de disparar su flecha sobre una manzana puesta en la cabeza de su hijo. Se insinuó que la manzana estaba en la cabeza de Guillermo Tell y no es así. Pero de todas maneras la conclusión que extraje es la misma, y como Martínez García vende libros, hay la posibilidad remota de que esté enterado de esto y me pueda revirar ya que para él su cabeza es una especie de tótem político chihuahuense.