Columna

Militares en las calles otra vez no es estrategia

Les llaman “células mixtas” y no ha sido necesario, al fin, contratar los servicios del oscuro Julián Leyzaola para que las calles de Chihuahua se militaricen. Todo indica que la asesoría del culichi se agotó en la entrevista con el gobernador del estado porque el fiscal Peniche, que debió sentir la sombra del exmilitar y excandidato del PES a la alcaldía de Tijuana, ya andaba con lo suyo. Y lo suyo es, por desgracia, la intromisión de las fuerzas armadas en la competencia de la seguridad pública policial.

Y por más que le cambien el nombre (células mixtas, coordinación policiaca…) el hecho es que se mantiene la misma fórmula del pasado para combatir el crimen. De nueva cuenta hemos visto el ingreso de la tropa en varios municipios de la entidad, con enfrentamientos a balazos, allanamientos, heridos, muertos, y daños no sólo materiales sino lesiones al compromiso de combatir la delincuencia a golpe de inteligencia.

Nada menos ayer por la mañana los chihuahuenses capitalinos se amanecieron, como en los mejores días del calderonduartismo, con una ciudad azorada por la instalación de un retén militar en una zona de mucho tránsito escolar y laboral, justo un día después de que los mismos militares (permiso de por medio, dijo la prensa) catearan una vivienda, aseguraran un vehículo y quién sabe qué más acciones en la Colonia Guadalupe, muy cerca de donde se montó ayer el referido operativo.

Se ha dicho hasta el cansancio, y se ha notado en evidencias que el Estado mexicano no atiende, que colocar a los militares en actividades policiacas produce engendros de violencia y abuso como los que precisamente caracterizaron a Leyzaola en Tijuana y Ciudad Juárez. Y no parece, a pesar de todo, que los chihuahuenses que votaron por un cambio, vayan a estar dispuestos a repetir la historia en nuestra entidad. Hacer lo contrario traería costos políticos demasiado temprano.