Cada que la casa gobernante de Chihuahua nos trae un personaje de fuera es para ilustrar las buenas conciencias, por cierto inilustrables porque es su naturaleza ser opacas. Cuando no es un charlatán muy reconocido, se trata de Emmanueles y Capetillos consagrantes, entre otros. Ahora, y pensando que el 8 de marzo se puede llegar a constituir en una estrella del Canal de las Estrellas, nos trajeron a Lolita Ayala en labor de previsora del cáncer de mama. No está mal por la experiencia dolorosa, pero sin duda habría estado mejor un experto, y no de tan lejos, sino de aquí, de la comunidad, que con autoridad científica, experiencia médica y sin afán comercial en materia de farmacia, le hablara a las mujeres de ese terrible flagelo. Pero no contribuye el que fuera así a la buena imagen de esta casa gobernante, que llega a tanto su provincianismo que se siente resaltada con estas visitas, a grado tal que de viaje a Chihuahua hacen escala en la hacienda ballezana para pernoctar y disfrutar de la buena vida en tiempos de austeridad. En efecto, se trata de información que cura, pero a los que no están enfermos, como los políticos que gobiernan Chihuahua de espalda a los intereses de la sociedad y con el propósito de presentarlos, rozagantes, como se dice en el rancho, con buen “roce social”. ¿Cuánto costaría el evento?
Duarte: austeridad de mentiritas, caciquismo de verdad
La austeridad duartista rige para los de abajo. En el vértice superior de la burocracia construida con lealtades personales y mafiosas, compadrazgos y paisanajes, el pago es generoso, a la vez que la invención de cargos irrelevantes, la cobertura. Es el caso al ampliar la Dirección de Comunicación Social con una sucursal en la Zona Norte (¿cuántas habrá y quién se encargó de mapear Chihuahua?) a cargo de Ramón Ortiz Pérez, quien ya protestó el cargo y nos espetó una frase digna de mejor causa: “comunicar es gobernar”, sólo que lo que el gobierno comunica hacia afuera poco tiene que ver con la auténtica gobernanza, en términos modernos y avanzados, es decir, en favor de la sociedad. No podemos tener por tal la que el propio Duarte emite cuando le da su gana para banalidades o rispideces, de las primeras cuando señaló a Televisa Juárez que el cielo sigue bendiciendo a Chihuahua ahora con la nevada; la segunda, la descobijada que le dio a su secretario de Educación y Cultura, Pablo Espinoza, cuando frente al líder nacional impuesto en el SNTE les dijo que él sí era amigo de los maestros y hasta invadía las labores de secretario si era menester. Cualquier parecido de este último comportamiento con un palurdo cacique, no es coincidencia alguna.
Importante carta del ciudadano Villagrán González a Duarte
El domingo pasado, el señor José Angel Villagrán González hizo publicar una carta en importante diario local en la que le dice a César Duarte cosas tan importantes que desmienten la publicidad oficial en materia de seguridad pública. Vea usted si no:
“Con relación a la desaparición de nuestro hijo, hermano, tío y nieto, el señor Ignacio Villagrán Cerros, hecho ocurrido el día 22 de febrero del presente año, hago una protesta ante usted y demás autoridades estatales y federales de seguridad, ya que es de su conocimiento que en la sierra de Chihuahua no existe el Estado de derecho, pues que ni las mismas autoridades pueden transitar por brechas y caminos vecinales”.
Continúa la carta, fechada en Cuauhtémoc, Chihuahua:
“¡Basta a la impunidad y a la farsa! ¿Qué acaso quieren destruir la zona serrana, así como la región noroeste?”.
Esta carta es prototípica del sentir y malestar que existe en muchas municipalidades frente a una seguridad de oropel que se presume en todas partes pero que en las regiones apartadas e incomunicadas de Chihuahua no existe, simple y llanamente. Bien por José Angel Villagrán González, por dar a conocer esto que es tan importante.