Un estudiante del Colegio de Bachilleres, de la ciudad de Chihuahua, me hizo llegar esta fotografía: en ella se observa que le metió tijera al emblema de “Chihuahua Vive” que obligatoriamente se les impuso en su uniforme. Hoy, terminada la tiranía duartista, resulta atinada la actitud de cancelar sus emblemas, así sea al costo de cercenar una pieza de vestuario escolar.

Esto me recordó a aquellas banderas de los estados que se iban independizando del imperio soviético y que las ondeaban haciendo notorio el hueco de donde habían retirado los emblemas de la hoz y el martillo.

Sin duda se trata de una buena y espontánea iniciativa, que si al pasado niega por absurdo y autoritario, le debe recordar a quien llegue a la dirección del COBACH en el estado, que no son sus convicciones personales las que deben primar sobre jóvenes que ni siquiera han alcanzado la mayoría edad.

Esta es una propuesta que ojalá se extendiera a todo el estudiantado del Colegio de Bachilleres.

 

 

Lluvia de desplegados laudatorios para Corral

Hoy revisamos los voluminosos ejemplares de El Heraldo de Chihuahua y del periódico de cuyo nombre no quiero acordarme. No nos podemos llamar sorprendidos por el gran cúmulo de “salutaciones” que se le dirigieron al nuevo gobernador. Vea usted: El Heraldo desplegó 130 inserciones, contra el otro medio que un poco por abajo alcanzó el número de 119.

Se trata de un rictus sexenal que habla de la precaria cultura política imperante en el país y en el que el culto al gobernante se envuelve en palabras que van de lo ridículo a lo cursi, y no se diga a la lambisconería. Buena parte de los firmantes son gente que dependen de los negocios de Estado o que buscan un acomodo ahí.

Además, es grotesco ver cómo los priístas de ayer publican planas completas al panista de ahora, sin rubor alguno, como es el caso del grupo Ochoa en el que figura el excandidato duartista fracasado, Maurilio Ochoa Millán, o el sindicato del Colegio de Bachilleres, que encabeza José Acuña Peralta, que antes del 5 de junio de este año organizaba el acarreo del voto priísta, obligando compulsivamente a los empleados a cerrar filas con Enrique Serrano. Hoy cantan loas y ditirambos al nuevo Ejecutivo estatal.

Cambian rápido de piel.
Cambian rápido de piel.

En la misma línea, los gordillistas de las secciones 8 y 42 del SNTE, de los dientes para afuera saludan hoy a quien no quieren ni comparten sus convicciones políticas.

No está de más llamar la atención casos como el del municipio de Chínipas, de los más pobres del estado, que paga media página y además a full-color. No se valen estas cosas.

Para que la cultura política prospere, se debe lanzar el mensaje gubernamental de que el culto a la personalidad se ha cancelado. Nuestra idea es que la industria del desplegado desaparezca y se sustituya por un periodismo de real información e investigación.