Todo un dislate, por decir lo menos, el cometido por César Duarte en favor de su chamaco Christopher James Barousse. Ahora tenemos que se ha convertido en aval político y moral, defensor de oficio y hasta emisor de una carta de buena conducta. El común de los mortales que se pelea en una cantina no motiva que “todo un gobernador” salga en su defensa porque no es ni su función ni tiene por qué sugerir situaciones que están en manos de autoridades investigadoras y penales del Distrito Federal, en este caso. James Barousse siempre ha sido conocido por Duarte como un muchacho respetuoso y responsable tendría qué decirnos, para creerle que el mismo comportamiento lo adopta después de varias horas en una cantina. En todo caso, la conseja es obvia: cada perico a su palo, y este caso no tiene por qué ocupar la voz de un funcionario público que al hablar, en el caso mencionado, lo hace de manera facciosa, emocional, que ni siquiera los padres del líder juvenil del PRI han hecho.
El asunto es cotidiano y menor, por más que los actores sean un par de juniors en apuros. Todos los días y a todas horas, lamentablemente se presentan estas riñas y las investiduras, familiaridades, afectos partidarios y cariños personales, deben quedar al margen y dejar que las instituciones encargadas de la comisión de un delito –hay un lesionado evidente– esclarezcan, actúen o acusen según corresponda.
Más grotesco resulta que Duarte sugiera y desee que no se trate de una campaña de desprestigio político ya que su pupilo, siempre según sus palabras, ha acreditado un gran liderazgo en el sector juvenil del PRI. Cosa que nada importa a la hora de esclarecer una riña de cantina y mal hace Duarte por andar involucrando al estado de Chihuahua en reyertas de tan baja estofa. Además, debe estar consciente de que las autoridades del DF, donde sucedieron los hechos, no están emparentadas con su partido político y, por tanto, se va actuar con imparcialidad. Distinto sería si el hecho hubiera acontecido en Saltillo, por ejemplo, donde el compadrazgo de Duarte con los Moreira quizás cubriría de impunidad al imberbe y mancebo tricolor, prepotente por cierto, como se le ha conocido en la Facultad de Contabilidad y Administración de la UACH, según vastas opiniones que se pueden documentar con gran facilidad.
En realidad, los partícipes en este escándalo no merecen que se metan las manos a la lumbre. Es un asunto menor y que paguen por sus faltas, sin prejuzgar absolutamente nada, más si media un video, como se dice.
Por lo pronto, en la calle se comenta que Duarte hizo un papelón. Y sí, es cierto.
Hortensia Aragón también expide certificados de buena conducta
Lamentable, también por decir lo menos, son las declaraciones de Hortensia Aragón en contra de la poeta y escritora Gabriela Borunda. Para ella, atrás de la decisión del rechazo al premio Chihuahuense Destacada está un protagonismo que Aragón describe así: “Si eso ayuda a que tenga reflectores, adelante”. Vea usted cómo la palabra dura por este hecho inédito no la necesita decir el gobierno, sino quien le sirve de manera abyecta. Siempre será mejor ver las razones concretas, en este caso las de la coyuntura, porque la poeta Gabriela Borunda ha mantenido una posición en relación a la circunstancia de la mujer. Claro que está informada también de lo que sucedió con posterioridad a que se le concedió el premio, en concreto las declaraciones del fiscal Jorge González Nicolás en el caso de Esperanza, que desataron declinar la aceptación del premio. La diputada Aragón se molesta, dice respetar, pero a la vez estigmatiza cuando insinúa que el decreto que establece el premio no dispone remuneración.
El asunto, por lo demás, ha exhibido algo plausible y algo detestable. Plausible que la escritora tenga el talento y la entereza de rechazar algo que le da al gobierno una aureola de legitimidad que no tiene en materia de seguridad para las mujeres; de miseria, porque una diputada, convirtiéndose en defensora del gobernador, sólo tiene como argumentos acusar de protagonismo, utilitarismo, ignorancia y hasta recomendaciones de que mejor no hubiera participado Borunda en el certamen. Bien le cae ese consejo de que en boca cerrada no entran moscas, pero cuando se habla por el poder al que se sirve, hay que abrirla y calumniar. Aragón sabe que cuando se calumnia algo queda. Aquí hay un comportamiento esquizoide: ayer la poeta fue digna de un reconocimiento, ahora es todo lo contrario. Parece que la coherencia para la diputada duartista es decir sí a lo que sea, justo como la fracción del PRD lo hace con las propuestas de Duarte en el Congreso local.
Del corazón de la UACH para Enrique Seáñez
No todo está perdido en la UACH. Una sensible, comprometida y valiente alumna, Lucero de Lourdes Espíndola De la Vega, publicó una carta el día de ayer en la que cuestiona la indolencia del rector Jesús Enrique Seáñez respecto del asesinato de Esperanza Chaparro, alumna también de esa universidad, sobre quien la institución académica cree salvar la circunstancia con una mínima esquela. Entre otras cosas, Espíndola De la Vega le reclama a Seáñez su miedo e inacción para exigir, en su momento, las investigaciones a las autoridades que controla César Duarte. La carta es tan contundente que la reproducimos íntegra en este espacio:
M.C. Jesús Enrique Seáñez Sáenz
Rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua
Presente.
Buen día Señor Rector, mi nombre es Lucero de Lourdes Espíndola De la Vega. Así como Esperanza Chaparro Sáenz y miles de mujeres jóvenes más, soy estudiante de la universidad que usted representa.
Le escribo estas líneas porque la indignación sobre lo que está pasando en nuestra ciudad me rebasa. Señor Rector, Esperanza era alumna de la UACH. ¿Por qué no ha dado una declaración pública sobre el feminicidio de Esperanza?, ¿por qué la universidad no emprendió una campaña pública para buscar a Esperanza cuando aún estaba con vida?
Me pregunto, Señor Rector, ¿qué ha hecho o dejado de hacer usted para que la comunidad estudiantil sea una comunidad agachada, callada e indiferente a lo que pasa en esta sociedad? Porque si esto hubiera pasado en la UNAM, UAM, en la Universidad de Morelia o en otras universidades públicas y privadas del país, la comunidad estudiantil hubiera salido de sus aulas y estaría exigiendo al gobierno que haga algo para que estos crímenes cesen.
¿Qué mensaje le está enviando a las miles de jóvenes que estudian en la UACH? ¿Cuál es el orgullo de ser UACH, cuando la UACH no se preocupa por sus alumnas?
¿Qué mensaje le está enviando a las miles de jóvenes que estudian en la UACH? ¿Cuál es el orgullo de ser UACH, cuando la UACH no se preocupa por sus alumnas?
El martes vi la esquela que se público por el asesinato de Esperanza; claro, no del mismo tamaño que se publican cuando son felicitaciones para el gobierno o el Congreso.
Con todo respeto Señor Rector, le pregunto: ¿del tamaño de su silencio por este crimen es el tamaño del miedo que tiene por cuestionar al gobernador?
Atentamente
Lucero de Lourdes Espíndola De la Vega
Nuestro comentario final es que el rector permanecerá en silencio.
son pirruris hijos de papi. y hortencia aragon pues nada mas ni menos que se clasifica como una traidora a la izquierda de antaño-
Me gusta como una alumna sin miedo a la reprecion critica al rector de su falta de iniciativa para clamar justicia para sus alumnos el si tiene miedo a quedarse sin trabajo
Hay esperanza en nuestra juventud!, Valentía e inteligencia, no solo pleitos de cantina y reventones. Que bueno que haya estudiantes MUJERES que alcen la voz, nuestra sociedad está muerta ya no piensa menos se manifiesta.Estaremos pendiente por si tienes represalias.