Víctor Manuel Hernández Fernández pagó media plana en el periódico El Heraldo de Chihuahua y nos informó, como doliente, de hechos que involucran al director de la Policía Estatal Única, Pablo Rocha Acosta. En primer lugar, nos impone de un expediente (FED/CHIH/JUA/0000620/16) con el que dio inicio una investigación en torno a los operativos y detenciones que se realizaron en Ascensión, Chihuahua, el pasado 18 de abril.

Sucede que se detuvo a tres personas a quienes la Fiscalía General del Estado –en cuya cabeza está Jorge González Nicolás– mostró a la opinión pública con armas y equipo táctico, acusándolos de portar fusiles de asalto, pistolas, cartuchos útiles de diversos calibres, envoltorios con cocaína, uniformes con camuflaje, un vehículo con reporte de robo y una buena cantidad de pesos y dólares. Se integró una causa penal con el número 120/2016 que al llegar ante un juez federal fueron absueltos y puestos de inmediato en libertad. Las víctimas de estas detenciones presentaron pruebas testimoniales, fotos y videos con los que acreditaron que los hechos no ocurrieron como la policía de Rocha Acosta fabricó.

Pero las cosas no quedaron ahí. El juez federal ordenó, como corresponde, que se investigara a la PEU, indagatoria que inició sus trabajos. Los tres detenidos se presentaron hasta el 17 de mayo ante un ministerio público para que se investigaran los hechos de los que habían sido víctimas, pidiendo que no se tomaran represalias en su contra por parte de las autoridades estatales que encabeza César Duarte. Es así que José Torres Dueñas, Manuel Ornar Sandoval Ramírez y Víctor Hernández Fernández están denunciando públicamente ante la PGR a la Policía Estatal para que se investigue.

Esta columna no tiene más elementos ni criterios que no le corresponden por ser competencia de la autoridad, pero es claro que si tres personas se atreven a publicar media plana en contra de Pablo Rocha Acosta y sus policías, a algo se atienen, más cuando han sido favorecidos por un juez federal, lo que no es fácil tratándose de este tipo de sucesos. Lo que sí afirmo es que son tantos los hechos que se han suscitado en diversas partes del estado y que exhiben a Rocha Acosta, que ya es un clamor la exigencia de que se le remueva del cargo y se le sujete a un procedimiento para que responda por sus faltas, graves por cierto, como lo muestra el reciente caso Delicias.