El empresario Pedro Zaragoza Delgado se ha visto en problemas de índole penal que llevaron a las autoridades a detenerlo en la ciudad de Culiacán, Sinaloa. Se trata de un potentado millonario con un largo historial en las lides de las pugnas, no muy civilizadas, entre empresarios de diversas ramas, incluidos sus parientes. Esto no es nuevo y los registros periodísticos hablan, y hablan bastante, de este personaje, también ligado a los aparatos del poder político. Lo nuevo es que por él hablan y elevan votos de confianza un conjunto de 51 organizaciones, de esas que se llaman “de la sociedad civil” y que tienen una gama de nombres porfiadamente religiosas y se dedican a la “beneficiencia”. Si usted observa los nombres va a encontrar terminajos como “Los ojos de Dios”, “Banco de Misericordia”, “Iglesia Proyecto de Vida”, “Corazón con ángel”, “Anciano San Antonio”, “San Juan Diego”, “Cáritas” y hasta el Doctor Simi asoma su colosal barriga cubierta por la bata blanca. Pues bien, quede eso como introducción para comentar que a plana completa, en diversos periódicos se han solidarizado por la detención del señor empresario; pero no sólo eso, “están seguros de que (la) situación se resolverá en breve” porque creen que las autoridades actuarán con apego a la justicia. ¿Acaso ya conocen el expediente como para hacer pronóstico tan contundente o simplemente pretenden lavarle la cara?
Para las OSC’s abajofirmantes estaríamos en presencia de una persona de una gran calidad moral, etcétera, etcétera, lo que les impele a no permanecer ajenos. ¿Será? Suscribe el documento la frase de reafirmación: “El compromiso social con Juárez”. Lo que hay que ver.