El expediente LS 440/2013 que se tramita ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos que preside José Luis Armendáriz, es una prueba de que en materia de defensa de los derechos humanos el cacique Duarte es intocable. Así lo ha decidido en los hechos y por sus pistolas el presidente de la CEDH. Va de historia:
Oscar Hernández Pérez presentó una queja el 3 de octubre de 2013 sobre hechos ocurridos un día antes, durante el tercer informe de gobierno de César Duarte. Cita la Queja formal:
“El día 02 de octubre del año en curso me dirigí e instalé en la explanada del Teatro de los Héroes para repartir volantes (cuya muestras anexo) en protesta por las políticas gubernamentales encabezadas por César Horacio Duarte Jáquez, gobernador constitucional del estado de Chihuahua, quien en ese sitio daría lectura a su Tercer Informe de Gobierno.
Repartí volantes entre los asistentes (reporteros, políticos y público en general) durante un lapso de tiempo que no podría precisar pero, al cabo de haber entregado una parte, un funcionario del gobierno del estado, seguramente instruido con alguna orden superior, me arrebató sorpresivamente el paquete que contenía dichos volantes y salió huyendo. Tras gritarle que se regresara y me devolviera el paquete, el funcionario hizo caso omiso y mientras huía hacia el acceso controlado y conformado de vallas ordenó a los agentes policiacos aprestados en el lugar que me detuvieran.
Mientras un policía con arma de alto poder me bloqueaba el paso, otros más se disponían a hacer efectivo el arresto de mi persona. Al primer agente policiaco le indiqué que, al contrario de la orden recibida por el funcionario, al que identifico como Enrique Jorge Pando Carrasco, era a este al que debía detener porque estaba actuando como un ladrón al robarme mis volantes. El resto de los agentes policiacos aminoraron su intento de detenerme sólo ante la presencia de la prensa y la cobertura inmediata que dieron sobre el incidente.
Mientras esto ocurría, el funcionario tuvo la oportunidad de huir con mi paquete de volantes sin que la policía atendiera la flagrancia del delito que se cometía y al que evidentemente solaparon y protegieron.
Indagando, supe que Enrique Jorge Pando Carrasco es de profesión ingeniero, empleado al servicio de la oficina de Gobernación y quien, por la prensa misma, he sabido de su comportamiento poco ético al volcar un vehículo tipo pick-up, propiedad del gobierno estatal, que conducía en estado de ebriedad el 31 de mayo de 2012, en el cruce de las avenidas Homero y Venceremos, de la ciudad de Chihuahua. El vehículo quedó “colgando” del puente ubicado en esa intersección vial (anexo nota periodística y fotografía). Señalo este antecedente porque estimo que este funcionario, cuando menos en tres ocasiones anteriores, ha mostrado un marcado acecho no nada más a mi persona sino a otros compañeros que por hoy omito sus nombres y que puedo proporcionar si fuera necesario ya que podrían rendir sus testimonios y con los que comparto tareas de crítica y disidencia con el gobierno actual, mismas que he realizado porque la Constitución me garantiza un haz de derechos humanos suficiente para realizar estas actividades y siempre de manera pacífica, cuenta habida de que es frecuente que realice trabajos como camarógrafo, pero subrayo que esta queja se contrae a los sucesos del 02 de octubre en los que, dicho sea de paso, jamás intenté penetrar al recinto donde el gobernador emitiría su mensaje. Quiero con esto decir que me moví en los espacios que se brindaban al público en general por no estar en el área restringida propia del evento.
La queja que interpongo ante esta representación derechohumanista involucra no sólo al funcionario descrito como el autor material, sino también, insisto, al Ejecutivo estatal, César Horacio Duarte Jáquez, por ser el responsable directo de la seguridad que se instaló en torno del sitio en que llevaría a cabo la lectura de su Tercer Informe de Gobierno y además porque así lo ha declarado verbalmente ante la prensa: “No hay más responsable que yo de mi gobierno, lo tengo muy claro…” (La Crónica de Hoy-Chihuahua, página 8, Sección Ciudad, edición del lunes 30 de septiembre) y además por ser el garante en la entidad de la libre manifestación de las ideas, de lo que se desdijo con el acto represivo de que fui objeto y con el cual me impidieron expresarme el día de los hechos por privarme de los folletos o volantes”.
Se ofrecieron las documentales necesarias, incluido un video obtenido de representantes de la prensa pero a a más de dos años de interpuesta la queja, la CEDH no ha emitido ninguna resolución.