En nuestra entrega de ayer conjeturamos que el aspirante a candidato independiente a la gubernatura del estado practica la mentira. Seguimos investigando los lazos que pueden vincularlo al nefasto FOBAPROA (se trata del fondo creado durante el zedillismo para rescatar con recursos públicos a empresas privadas), pero han aparecido nuevos hechos que llaman poderosamente la atención de cualquiera que se detenga un poco a valorar su corto desempeño en la escena pública de Chihuahua.

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Fecha de creación en rojo.
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Reporte del Buró de Crédito, no del FOBAPROA.

 

Así, encontramos que no es en la página www.chachoindependiente.com donde había tal transparencia que aclarara el tema, como lo sugirió el aspirante el sábado pasado durante una entrevista rendida a El Diario de Chihuahua, sino que se trata de una mera página para apoyar sus pretensiones. Sin embargo, uno de nuestros lectores nos remitió a la que pudiera ser la página clave en la que se sustenta el empresario político para demostrar que “no hay nada que encontrarme”. Se consultó esa otra página, cuya dirección es www.lasverdadesdechacho.com y habría que hacerle esta precisión: se trata de una página de circunstancia, creada al calor de la respuesta del aspirante a la pregunta que le formuló el periodista Jaime Armendáriz del rotativo señalado y contratada exclusivamente para darle sustento a una declaración periodística. A decir de la fecha, el dominio de la página fue contratado el mismo sábado, día de la entrevista, y en ese mismo momento fue cargada con la única información sobre el tema no referido a FOBAPROA, sino al Buró de Crédito y exclusivamente en relación a la persona física José Luis Barraza González, más no a las personas morales o sociedades mercantiles de las que es accionista o tiene intereses dentro de ellas, pues él recurre a estos instrumentos, entre otras razones, para operar de manera anónima y bajo el amparo de una denominación de índole societal. Para el que esto escribe eso significa que la conducta no se hermana con la transparencia que se presume. Por ahora, aquí dejamos el tema en este apartado concreto y pasamos a otro aspecto.

 

Barraza González y la corrupción: la comodidad del silencio

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Barraza. Silencio estratégico.

Se está difundiendo un video colectivo de candidatos independientes a cargos de diversa índole en varias partes del país, y en él ocupa un lugar importante José Luis Barraza quien en su intervención cautelosa y superficialmente menciona el escándalo Duarte-Banco Unión Progreso, y sólo se limita a decir: “…o que un gobernador que conocemos, que como dicen los medios nacionales, es socio de un banco y que todos los pagos de su gobierno tienen que pasar por dicho banco, y claro, se gana una comisión…”. Por cierto con un lenguaje muy extraño al que utilizó contra el defenestrado Rodrigo Medina el Bronco regiomontano, al parecer ya líder y asesor de un “partido de candidatos independientes”, en dualidad con el cargo de gobernador. Aparte de lo evasivo para ponerle nombre y apellido a las cosas, Barraza se refiere a los medios nacionales como fuente principal cuando en Chihuahua todo mundo sabe que existe una denuncia formal, escoltada con una firma ciudadana, una organización llamada Unión Ciudadana que sostiene la lucha contra la tiranía, pero el empresario parece extreñido al tener que reconocer la índole de una lucha anticorrupción que ha pasado por un sinfin de viscisitudes pero que se mantiene firme. Hay que decirlo: la lucha contra la corrupción no admite oportunistas ambigüedades. Ser o no ser. Y en esto hay que subrayar que al aspirante a candidato a gobernador le ha pasado de noche más de año y medio de lucha y que el sello del silencio cómplice ha cubierto toda su actividad.

 

Beltrán del Río: razones y sinrazones

Beltrán del Río y Duarte. Amistades.

Jaime Beltrán del Río navega como inconforme con las decisiones de su partido en torno a la designación del que puede ser abanderado panista por la gubernatura de Chihuahua. No está exento de razones, pero también hay que decir que se excede cuando toca el tema de la corrupción política implícita en el escándalo César Duarte-Jaime Corral-Banco Unión Progreso. Él se refiere a Javier Corral y le reconviene que no se necesita que llegue un justiciero, armado con una caja de cerillos, para que prenda el conflicto que desenlace lo que ha sido la lucha de Unión Ciudadana. Dice que hay instituciones que hacen el trabajo.

Estamos en presencia más que de un simple desliz. Beltrán del Río no es ajeno a la información de lo mucho que se ha trabajado precisamente ante la PGR para que la denuncia contra Duarte y sus cómplices tenga un encausamiento en el marco del derecho y la institucionalidad de la república, como para que ahora sugiera que se le está apostando a una conflagración. ¿Acaso le son desconocidos hechos como estos: las agresiones que reiteradamente ha recibido Unión Ciudadana, que exhiben que la violencia y los cerillos llegan de otra parte, y que él mismo disuadió, “institucionalmente”, a los panistas de Delicias, simpatizantes de la lucha anticorrupción, inhibiendo su participación libre como corresponde a la filosofía original de un partido como el PAN? Todo apunta a que en este tema Beltrán del Río ha de hacer público un conflicto de interés, que todo demócrata está obligado a manifestar de cara a la sociedad, porque si no es así y por el tono de su discurso, es muy fácil que pueda desbarrancarse al lamentable papel del esquirol en una coyuntura especialmente delicada, que si no se resuelve como es necesario que se resuelva para los intereses de Chihuahua, el duartismo se perpetúe en el poder. Con responsabilidad lo afirmo: ¡Cuidado!