Realmente vivimos en una paradoja: por un lado las instituciones dicen trabajar para la ciudadanía, pero les mienten; los servidores públicos afirman trabajar por la gente, pagando para que los medios divulguen sus palabras, pero les regatean derechos y libertades; los representantes populares sólo representan al cacique de mayor rango, aunque muchas veces sólo se representan a sí mismos; y sólo casos excepcionales de artistas, académicos, investigadores, políticos, intelectuales y periodistas mantienen a salvo la esencia digna de sus respectivas tareas y el compromiso con la crítica que representa el acicate evolutivo de las sociedades.
El enorme salto en reversa que el duartismo ha dado en sólo cuatro años a la vida democrática del estado de Chihuahua se traslapa con la vigorosa y férrea lucha de esos ciudadanos que todos prometen salvar (hasta de ellos mismos) pero que, ulteriormente, desprecian por incómodos, por gritones, por agitar la supuesta calma de ciudades que bullen, a veces silenciosamente, contra una clase política que les quiere despojar, aun en reproches, del elemental derecho de protestar y de decidir el mejor destino de ellos y sus comunidades. No se han dado cuenta que la sociedad chihuahuense ya es mayor de edad y que mentiras como las que cuenta César Duarte en tiempos de campaña en favor de eso que llaman partido, el PRI, nadie las cree.
Nada menos hoy nos desayunamos con su desvergonzada e irresponsable declaración en la que afirma que el Cártel del Juárez ha sido “eliminado al cien por ciento”. Como su desfachatez no tiene límite, el cacique no reparó en agregar que también la presencia del otro cártel, el de Sinaloa, ha sido “desplazado al 90 por ciento”. De modo que el país ya puede estar tranquilo: dos de los cárteles más poderosos de México, los que mueven quizá más de la mitad de la droga (tan solo el cártel de Sinaloa trafica el 50%, según CNN) en los diversos corredores criminales, dentro y fuera de la república, están aniquilados. ¡Eureka!
Como al orate de Horacio Duarte Jáquez le da por comparar a los sicarios con los disidentes de su gobierno, quizá por eso, del mismo modo que desapareció 65 millones de pesos para crearse su propio banco (todo indica que esa cantidad es apenas la punta de una gran madeja), así, facilónamente, lenguaraz como es su costumbre, borró del mapa a dos organizaciones criminales que únicamente él no ve que siguen haciendo de las suyas en la entidad. Tiempo al tiempo.
Por ahora me apropio de las palabras del cantautor español, Joaquín Sabina, de gira nuevamente en nuestro país: de México lo que me duele es su violencia y las esperanzas defraudadas.
El poder se otorga a un individuo o grupo para satisfacer necesidades del otorgante. La magnitud del poder otorgado es función del tamaño de las necesidades. Una vez satisfechas dichas necesidades, el poder otorgado desaparece; asimismo, si dichas necesidades, que por alguna causa, no puedan ser satisfechas. Existen varios tipos de poder, entre los cuales se pueden mencionar el poder legítimo o formal que consiste en ocupar por nombramiento cierto puesto público o privado. El poder del conocimiento, otorgado a quien posee un grado de sabiduría y que requiere un nivel apropiado de estudios y experiencia para hacerse acreedor al mismo. El poder de recompensa es otorgado a quien tiene la capacidad de premiar. El poder coercitivo, otorgado a quien tiene la capacidad de castigar. A un gobernante le es concedido por la ciudadanía el poder legítimo por medio del sufragio mayoritario con el fin de que sean satisfechas las necesidades de la población y haga buen uso de la hacienda pública en favor de la misma. Cuando el gobierno en turno no satisface las necesidades del pueblo y además hace mal uso de los recursos públicos en beneficio personal, entonces, ¿cómo es posible que se sostenga en una posición de poder si virtualmente el pueblo lo ha despojado del mismo? Si ya no cuenta con la legitimidad para permanecer en el cargo, entonces, el gobierno hace uso del poder que el mismo pueblo le otorgó, éste poder es el del castigo al mismo pueblo, el poder de coerción. Aunque parezca paradójico, así funcionan las cosas en nuestro país.
Cierto…LOS CACIQUES HACEN DE LAS SUYAS, TECNOCRTAS, ALINEADOS…A LA CORRUPCIÓN, CON EXCEPCIONES, CIENTOS PROTESTAN.. Y RECIBEN AMAGOS, PRESIONES, AHORA MAS QUE NUNCA..CERRAR FILAS CON LAS PERSONAS CONSCIENTES, ANTE EL PEOR GOBIERNO PARA LA HISTORIA DE CHIHUAHUA, «ESTA BURLA AL CIUDADANO AL PUEBLO CHIHUAHUA, ES INADMISIBLE»…EL CORRUPTO MAYOR Y CORRUPTIBLES, EN ESTAS ELECCIONES QUE, SE ABOCINAN CERRÁREMOS EL PASO… PARTICIPANDO, DISTINGUIENDO, AGUDAMENTE, QUIEN ES EL ENEMIGO DE LA DEMOCRACIA, A LOS TRANZAS Y RATEROS…DE NUESTRO CHIHUAHUA…DE NUESTRO MEXICO…OJO…OJO….LA VICTORIA ES NUESTRA…JAMAS DE LOS Y CORRUPTOS.. MITOMANOS DUARTES….CÍNICOS, DE GOBIERNOS ESPURIOS…DE CONDUCTAS «»»DELINCUENCIALES Y DEFRAUDADORES DEL ERARIO PUBLICO….
saludos!