Una frase estupenda y un reproche al chayote

Este viernes la columna se reduce a dos temas: el primero, reproducir una frase magistral que no la dijo ni Bakunin, ni Marx, ni Lenin, ni Trotsky, ni el Che Guevara, sino el mismísimo padre fundador Tomás Jefferson al redactar la histórica Declaración de Independencia de los Estados Unidos:

…pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y establecer nuevos resguardos para su futura seguridad”.

Tesis sugerente, sin duda alguna, aplicable al Chihuahua de hoy.

El segundo, es de mi ronco pecho: como sucede con el pescado en la cuaresma, el cempasúchil en Día de muertos, ayer el mercado del chayote estuvo a la alza en Chihuahua. Duarte paga, y caro, con dinero público de los contribuyentes, a la mayoría de los medios por su silencio, distorsión y maquillaje, las excepciones las reconozco y aplaudo.

Esto forma parte de esa serie de abusos y usurpaciones.

Aunque muerto, Jaime Herrera da muestra de cínica vida

El 16 de octubre pasado, solicité del secretario de Hacienda, Jaime Herrera, la separación de su cargo por estar en conflicto de intereses: está al frente del tesoro público de los chihuahuenses; o sea, ejerce como el funcionario titular con deberes que las leyes describen puntualmente, que el desprecia, como parte del régimen de impunidad, y es simultáneamente representante legal de Unión Progreso y filiales, como lo dice con todas sus letras un acuerdo de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, publicado en el Diario Oficial de la Federación.

Ha dado respuesta Jaime Herrera, es una respuesta cínica, cretina, que lo único que busca es evadir la afirmativa ficta al derecho de petición, pero tiene el descaro de decir que no es procedente mi solicitud por no ajustarse a norma jurídica alguna, lo que es falso. Pero suponiendo, como dicen los malos abogados, sin conceder, que tal cosa fuera cierta, le pregunto públicamente: ¿No hay moral? ¿La ética republicana de la Constitución sólo le sirve de papel sanitario? Le está diciendo a todos los chihuahuenses, al contestar mi petición, que en el estado es posible amarrar a los perros con longaniza.

La despreciable respuesta es la confesión indudable de que existen dos gobiernos: uno soterrado y mafioso –Duarte, Herrera y compañía– y otro de fachada –Duarte, Herrera y compañía–, que por cierto se está derrumbando por todos lados.

Jaime Ramón Herrera Corral, más que inmoral y transgresor de leyes de orden público, es un amoral. Sus convicciones se tasan en dinero, sólo en dinero, y nada más que en dinero, y si es ajeno, mejor.

Buscaré con otros ciudadanos asistir a la comparecencia que tendrá a finales de este mes de octubre en el Congreso del Estado, para interpelarlo a nombre de los ciudadanos que no tenemos representación válida aquí en Chihuahua. Ojalá y no se esconda. Seguros estamos que ahí estarán como respuesta los antimotines. Ya veremos.