Advertencia:
Luego de la denuncia penal contra César Duarte Jáquez del 23 de septiembre, he recibido un conjunto de denuncias de la mayor gravedad que atañen al cacicazgo que hay en Chihuahua. Algunas están documentadas, otras son versiones orales de hechos que tengo por ciertos y que constituyen delitos no denunciados ante las instancias correspondientes porque lo consideran inservible; en otros casos se trata de privilegios otorgados a los amigos, los compadres y los familiares. Todos estos hechos tienen un común denominador: corrupción política.
A continuación paso diversos testimonios, apuntados meticulosamente, de lo que sucede en el área de Servicios Periciales y Ciencias Forenses de la Fiscalía General del Estado que encabeza Jorge González Nicolás, cómplice de negocios de César Duarte. Se conserva el estilo testimonial, pude haberlo modificado para que se advirtiera como un texto del columnista, pero opté por lo primero para darle fuerza a las palabras, porque quienes las pronunciaron las sienten y les duele, no tanto por ellos, sino por el gran daño que se está haciendo a la sociedad chihuahuense, pongamos por caso, cuando los cadáveres llegan al SEMEFO victimizados porque, ya inertes, los roban de todas sus pertenencias: cartera, joyas, documentos. Va este texto que desearía fuera leído por muchos, pero particularmente aquellos que tienen que ver con eso que se conoce como justicia penal y no lo es. Si alguien creía que los crímenes perfectos no existen, vaya que está equivocado.
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Servicios Periciales y Ciencias Forenses es columna vertebral para el Ministerio Público y por ende para la impartición de justicia. Sin pruebas no hay delito ni funciona nuestro famoso nuevo sistema de justicia penal, aunque nos promocionemos por todo el país como si funcionáramos muy bien.
Es una vergüenza las noticias en primeras planas o en medios digitales cómo exhiben las nulas investigaciones de delitos de alto impacto, donde Servicios Periciales tiene una gran parte de la responsabilidad, al asistir a escenas o trabajar con evidencias.
A diferencia de las corporaciones que han dado a conocer en los últimos (xxxx), las deficiencias que existen para laborar y los malos tratos por parte de sus superiores, Servicios Periciales y Ciencias Forenses es acéfalo, no existe una autoridad que dirija como su puesto lo exige, pero sí colabora obstruyendo el buen funcionamiento y contratando sólo recomendados del señor gobernador, ya que su única función es cobrar su nómina, su compensación y vender actualizaciones del sistema penal a otros estados donde él personalmente imparte “sus conocimientos”. No hay interés ni respaldo por parte de la dirección en ningún sentido, con la cual ya se ha hablado en múltiples ocasiones y siempre obtenemos la respuesta de “vamos viéndolo”.
Nos interesa dar a conocer la realidad dentro de periciales, porque nosotros mismos como peritos no estamos exentos de ser víctimas de delito y caer en nuestras propias deficiencias, omisiones y errores, mismos que a continuación detallamos:
– Existen contrataciones arbitrarias de personas sin el nivel académico mínimo de licenciatura, pero sí con compensaciones inmediatas. Además, hay personal con carreras totalmente ajenas a la función que supuestamente practican y algunas veces sin título que los respalde con licenciatura y mucho menos como expertos. Esto genera que al no tener sentido de pertenencia, posteriormente hay abandonos o renuncias laborales, dejando cientos de peritajes sin realizar, lo que conlleva a que jamás se investigue o se queden carpetas de investigación incompletas y por supuesto impugnadas, y por supuesto sin consecuencias de sus omisiones por parte de una coordinación y una dirección, ya que reciben protección a pesar de que la mayoría de las veces cometen delitos desde robo, fraude, engaños y omisiones.
– Esos errores y omisiones por irresponsabilidad y comodidad se cometen y se vuelven a cometer una y otra vez, repercutiendo en la ciudadanía que posteriormente lo hace público. Y hasta ahora no hay nadie con determinación que castigue esto.
– Existe también desequilibrio en cuanto al personal en áreas donde no hay demanda de grandes cantidades de trabajo, como en Ingeniería Civil, con cuatro elementos; en contraste con el área de Avalúos, Zona Centro, con trece elementos, área que en otras zonas no suman más de tres. Esto demuestra la falta de conocimiento en cuestión de oferta y demanda por parte de la dirección y de Recursos Humanos. Cabe mencionar la gran cantidad de juicios que han sido ridículos gracias a la nula colaboración del personal de Balística, que es otra área con mucho personal, supuestamente especializado, heredado por la última procuradora, que los dejó con compensaciones superiores y por supuesto sin conocimiento ni experiencia en la materia. Lo anterior se puede corroborar con los mismos jueces que han expuesto el gran problema con el director y aún así no sucede nada.
– El área de Grafoscopía es ya conocida por su forma de responder a las solicitudes ya que nunca pueden colaborar en las investigaciones por miedo a enfrentarse a delincuentes en algún juicio. Esta misma área es una de las que cuenta con equipos especializados de altos costos, que salen muy bonitos en las fotos de promoción donde se da a conocer lo que supuestamente hacemos. Se generan gastos exacerbados en equipos especializados para diferentes áreas que nadie sabe utilizar, pero que sí sirven muy bien para exhibición a las visitas que vienen de otros estados y para mostrarlos ante los medios de comunicación hasta internacionales. Dichos equipos se presumen como si el personal tuviera conocimientos para utilizarlos y dar mejores resultados, pero el mismo equipo ni siquiera es el adecuado para el trabajo a realizar, como pasa en el área de Tránsito Terrestre, donde cuentan con una unidad móvil que incluye unas lámparas de pedestal led para escenas nocturnas y cámaras de alta definición y ellos ni siquiera tienen un turno nocturno.
Es inaceptable que existan coordinadores que tienen a su cargo peritos que están mejor preparados que ellos mismos, coordinadores que gozan de mejor compensación y vehículo oficial para uso personal hasta en vacaciones, o para irse a reuniones familiares a otras ciudades o ranchos. Lo anterior también lo sabe el director y no pasa nada. Por supuesto, esos coordinadores son los que menos trabajan, sólo asisten.
Otro punto muy bien conocido por la ciudadanía y la Dirección de Servicios Periciales es el constante robo de pertenencias a las personas que al perder la vida siguen siendo víctimas del delito, ya que pocas veces llegan al SEMEFO con dinero, joyas o pertenencias de valor y nadie hace nada. Y hablando del SEMEFO, es más que público y conocido cómo hay algunos médicos que inventan causas de muerte, emitiendo certificados de defunción con errores, por no querer hacer bien las necropsias de ley, por la indiferencia y la falta de respeto hacia los cadáveres y a los familiares, teniendo consecuencias graves para las familias al identificarlos, al querer tramitar el cobro de seguros de vida o al querer conocer qué pasó con sus seres queridos o hacer justicia ante asesinatos. No es válido jugar al forense haciendo más dolorosa las pérdidas humanas.
Una inconformidad generalizada es la inequidad de compensaciones, que van desde 25 mil pesos por ir a checar el Facebook, hasta 3 mil pesos por salir a escenas de riesgo, presentarse en juicios y encararse con criminales que gracias a los ridículos resultados periciales muchas veces salen libres. Basta de alterar y maquillar las estadísticas, los riesgos laborales son muy altos, tanto en seguridad como en contaminación y ¡nadie hace nada!
También es una burla presentar la declaración patrimonial 2013-2014 con menor sueldo, gracias a nuestro descuento establecido por la Ley de Pensiones, persistiendo el descuento por ICHISAL, sin el aumento por ley federal y sí con un gran aumento en nuestras deducciones.
Exigimos mejores salarios ya que no todo el personal es irresponsable o indiferente a los resultados que otorgamos a la sociedad chihuahuense. Urge hacer cambios para dar el servicio que la ciudadanía merece. No podemos seguir laborando en un mundo pericial de fantasía, haciendo como que hacemos y vendiéndonos como si funcionáramos.
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El tema da, agrego esta nota, para siniestras novelas policiacas. Ojalá alguien se ocupe de ello en ese género.