El Premio Cervantes para Gonzalo Celorio
En un país como México, cargado de malas y amenazantes noticias, es todo un acontecimiento venturoso que al escritor y editor mexicano Gonzalo Celerino Blasco se le distinga con el Premio Cervantes 2025, recién otorgado, como reconocimiento a su gran obra en el campo de las letras.
Él ha incursionado de manera notable en los terrenos de la literatura, tanto en la narrativa como en la crítica y el ensayo, pero especialmente como novelista, donde goza de un reconocido prestigio. También ha caminado en los terrenos de lo editorial, al haber estado al frente del Fondo de Cultura Económica (FCE) entre 2000 y 2002, que tomó como punto de apoyo para estimular las culturas originarias de Mesoamérica, entre otras muchas actividades de divulgación literaria en tan corto tiempo.
En el espacio de la cultura se libran muchas batallas y se ganan para bien de nuestro país, aunque no siempre nos damos cuenta. No todo es muerte, balazos, desaparecidos y desatinos políticos. También desde diversos planos se ve al país que somos, con todas las cimas a las que llegan mexicanos como Celorio, formado y forjado en las aulas y academias de la UNAM.
En su novela Los apóstatas, que forma parte de la saga llamada Una familia ejemplar, narra cómo entre la misma parentela se dan los lazos fraternales, propios de los primeros años de vida, pero igual ocurren divergencias en muchos aspectos con el paso del tiempo.
Una de sus enseñanzas mayores se desprende de la definición que hace en esta obra de los que leen novelas. Celorio lo dice con todas sus letras y consecuencias: “Un lector es aquel que, al asomarse a la vida secreta de los demás, descubre sus propios secretos”.
Bien por el premio, bien por el premiado. Llega como aliento a este México de dolor.


