Mientras no pocas organizaciones civiles, lo mejor del PRD y MORENA, se tallan en las calles y en las plazas para obtener millones y millones de firmas espontáneas para exigir la consulta sobre la reforma energética, el cacicazgo de Chihuahua recurre a métodos compulsivos, forzados, autoritarios. Nos han informado que en las dependencias gubernamentales a los empleados se les está obligando a llevar, para luego traer, 40 encuestas “adhiriéndose” a la consulta para reducir el número de integrantes en el poder legislativo federal (los famosos plurinominales). Particularmente la denuncia llega del área de la Secretaría de Hacienda, encabezada por Jaime Herrera, y la Junta Municipal de Aguas, del gallero Maurilio Ochoa. Quizá la razón es –lo hemos visto– que los módulos montados por la “marca PRI” prácticamente están desiertos y, como este partido jamás ha tenido respeto por las adherencias voluntarias o libres, es que ahora han puesto cuota para que los empleados reporten cantidades de firmas preestablecidas –nos dicen que 40– y así recolectar las que puedan ser suficientes para la amañada consulta que pretende el PRI de Peña Nieto. Obviamente que no se pagará tiempo extraordinario por ese trabajo y sí habrá represalias para los que no cumplan con una carga laboral del todo inadmisible. Conclusión: el PRI de Duarte cree que la burocracia estatal forma parte de su ejército personal. El PRI no cambia, ni cambiará. Los burócratas deben resistir a esto, y entre más sean menos sobrevendrá la represión. Es difícil pero no imposible.
Chihuahua, en los primeros lugares de endeudamiento, con los 41 o con los 26 mil millones
Documento de la SHCP. En rojo, la deuda progresiva de Chihuahua, desde 2010 hasta 2014.
Una de las conclusiones que nos hace llegar un estudioso de las finanzas públicas de Chihuahua, contendría esta apreciación válida: la deuda del estado es de 41 mil millones, y así lo señala reiteradamente la Secretaría de Hacienda federal. Pero Jaime Herrera, el secretaria de Hacienda local insiste en que sólo en desmitir a Luis Videgaray, al afirmar que sólo se deben 23 mil millones, sin sumar los 15 mil que serán pagados con “flujos carreteros”. Y la explicación, propia de un sofista, es que no se pagarán con ISN ni participaciones federales, que son los principales ingresos del estado de Chihuahua. Pero la pregunta es:, ¿al pagar los 15 mil millones con flujos carreteros, no se está dejando de percibir un ingreso? Elemental, mi querido Watson.
Aun suponiendo que no fueran los 41 y sólo se tomen como deuda los 23 mil millones, de cualquier modo Chihuahua sigue estando, éste sí entre los primeros cinco lugares, con mayores débitos en la escala nacional. No sólo eso, la SHCP también contradice al agrónomo Herrera en cuanto a la contratación de deuda entre 2010 y 2013, pues éste último niega que en la administración de su socio Duarte se haya incrementado. Según la SHCP, de ese periodo data la deuda de los 23 mil millones con instituciones bancarias.
La conclusión de este estudioso es que la deuda de Chihuahua que no se puede refutar es de 26 mil millones, y además, los 15 mil millones también son deuda. De todas maneras la deuda de 26 mil sigue representando un fuerte incremento: si en 2010 eran 12 y ahora son 26 mil creció desorbitadamente, lo cual se puede comprobar si saca usted el porcentaje.
Al final del día, el estado se encuentra en los primeros lugares de endeudamiento del país, ya sea con los 41 mil o con los 26 mil millones, y es grave si se recurre a un comparativo con el número de contribuyentes con los que cuentan otros estados, que se ubican dentro de ésas primeras posiciones.