La excusa, nos aclara el diccionario, es el «motivo o pretexto que se invoca para eludir una obligación o disculpar una omisión», y lo peor de excusarse a estas alturas de los sucesos del Aeroshow, es que los dueños de la empresa que organizó el espectáculo lo hacen a pesar de la tragedia y hasta se apropian del dolor que ellos causaron. Ya hasta parece una campaña: Jorge, cuyas excusas no valen lo que Cuesta, y su socio, Mario Dueñas, vuelven a la utilización de la prensa para tratar de limpiar su buen nombre. Dueñas declaró en ¡la segunda parte! de una entrevista (ojo: amenazan con un tercer episodio): «Jorge Cuesta casi se nos muere», y afirma que «hubo dolor y otros aprovecharon para hacer política».
Creen que este tipo de culpas se lavan a golpe de chantajes emocionales y sentimentalismos, tan frívolos, tan desafortunadas declaraciones, tan faltas de tacto por el destiempo como por la posición que se niegan a ocupar en la tragedia que en realidad ellos provocaron, en complicidad con un gobierno laxo, muy laxo, a la hora de patrocinar y permisionar este tipo de eventos.
Un periodicazo más y serán capaces de mostrarse también ellos como víctimas. La historia tendría entonces un giro inesperado, casi casi como el que el cacique de Chihuahua le dio al Vivebús al acusarlo de haberse convertido en un caos, cuando en realidad él fue el que creó ese caos. En el estado del endeudamiento, en el de somos primero en todo, los patos sí le tiran a las escopetas, no como una metáfora de rebeldía, sino como un ejemplo del cinismo que caracteriza a quienes tienen poder y pueden burlar la ley, la justicia e intentan hacer lo mismo con el sentido común de los chihuahuenses.
Un periodicazo más y nos veremos bañados en lágrimas por sus declaraciones. Ni Marga López, en sus momentos estelares. pudo llevarnos a la cima de su desdicha. Patéticos.