Se supone que el Congreso local está procesando una reforma a la Constitución del Estado de Chihuahua. También se supone que el principal líder panista, Mario Vázquez Robles, cuando ocupaba un escaño se abocaría a concluir la tarea, de por sí difícil, y sobre todo importante, porque la Constitución es un instrumento fundamental para la sociedad, sus derechos, su gobierno.
No obstante que debatir una nueva Constitución es algo muy trascendental que debiera tener el consenso de los ciudadanos, el tema ha quedado recluido en el ámbito del Congreso, y dentro de él en manos de unos cuantos diputados.
Nadie sabe a ciencia cierta de qué se trata. Se dice que el PAN estaría impulsando reformas para imponer sus propias convicciones, desentendiéndose de la Constitución federal, que al final es la que rige todo esto.
Pero esa reforma no ha prosperado, porque a resumidas cuentas se trata de hacer alharaca y darse lustre, pero nada que represente los intereses de la sociedad que está totalmente desinformada.
El principal responsable de todo esto es Mario Vázquez, quien propuso la reforma y la abandonó; renunció a ser diputado para irse a la Secretaría de Obras Públicas, a la que también renunció para buscar una senaduría.
Vázquez Robles es ahora el ejemplo número uno de eso que se llama “chapulinear”. Ojalá y los ciudadanos tomen en cuenta esto a la hora de emitir su voto.