Cada vez la frustración crece más entre los lectores de periódicos a nivel local. No es una clasificación rigurosa, pero habemos quienes revisamos la prensa motivados por realizar una crítica sobre lo que hay, y quienes se asoman a la misma para informarse, no nada más de la política y la economía, sino también de modas, eventos sociales, entretenimiento y demás.

Ambos tipos de lector se duelen porque es frecuente que no encuentren información que les satisfaga, o al menos en su tratamiento. Estas penalidades las registramos el día de hoy en notas tan aparentemente variadas que van desde, por ejemplo, “Proponen crear un camino podotáctil; en el centro histórico”.

La nota refiere a una propuesta de la síndica municipal de Chihuahua, Olivia Franco, que se olvida que su única función tiene que ver con la auditoría y fiscalización, y que por tanto no es su papel realizar propuesta de obra que después ella misma va a revisar. Pasa por alto que el régimen que tenemos es de facultades expresas y limitadas. Pero más allá de esto, parece que para la síndica sólo existen deficientes visuales en el centro histórico, y nada más.

Otra cabeza es que “Se reelegirían 13 diputados” y que los “suplentes también podrían postularse” . La nota habla de las ambiciones desatadas para perpetuarse en el cargo, ahora que ya se permite la reelección, pero oculta totalmente qué han hecho para respaldar esas pretensiones, y para la prensa eso no es motivo de cuestionamiento, lo cual ocurre cotidianamente.

Luego tenemos en las llamadas “columnas de Opinión” que el diputado morenista Benjamín Carrera nos habla de “la lección que nos ha dejando la jirafa Benito”, y con un lenguaje netamente darwinista dice que de ella se ocupe quien sea más apto. ¿No habrá acaso temas más relevantes y de su competencia, aprovechando que ya escribe en la sección de Finanzas. Llama la atención que para él, Benito ya se fue a un mejor lugar, y deja como saldo una recomendación: que el gobierno de Chihuahua no ande buscando siempre responsables en otros lugares, como si eso no se hiciera por su jefe López Obrador, experto en repartir culpas todos los días.

Los del periódico digital Tiempo, queriendo hacer una contribución a la divulgación de la ciencia, destaca el porqué los perros menean la cola, cuando sería mejor que sus directivos, que son humanos, hacen lo mismo al compás del tambor gubernamental en turno.

Este rosario tiene más cuentas que luego iremos desgranando.