El municipio de Nuevo Casas Grandes es cabecera de una región de importancia en el noroeste del estado, con historia y gente pujante. Empero, gobiernos van y gobiernos vienen, y la región no recibe el apoyo público que se merece.

Al respecto, es importante reconocer que los partidos políticos observan la práctica del mismo desprecio, pero mayor responsabilidad existe de los gobiernos priistas y panistas que han ejercido el poder, estatal o municipal, y no han presentado resultados.

A esto se suma el pragmatismo estéril de MORENA, que en la actual etapa muestra que sus decisiones para seleccionar candidatos obedece a una lógica de favorecer viejos cacicazgos, ligados en este caso al CDP-PT.

Hay dos hechos que demuestran lo que hemos afirmado: fueron desaparecidos de manera forzada cuando menos cuatro jóvenes, en un sector de esa ciudad muy transitado, y en el cual las famosas cámaras de la plataforma Centinela no funcionaron.

Este fenómeno de la desaparición forzada se está convirtiendo en endémico en el estado y el suceso que comento es una muestra más que alarmante.

Por otro lado, y con la detención y vinculación a proceso con prisión preventiva de la presidenta municipal, Cynthia Ceballos, se da la sustitución por Edith Escárcega, que es más de lo mismo, no sólo por el hecho de provenir del mismo grupo político que aquella, sino además porque es su media hermana y también ha incurrido en las mismas prácticas corruptas y prototípicas del jefe, propietario y gerente del PT en Chihuahua, Rubén Aguilar.

En otras palabras, que todo cambie para que todo siga igual, y María Eugenia Campos Galván, aprovechando el suceso, para sistemáticamente atacar, selectivamente, a MORENA.

No cabe duda que las malas mañas políticas se heredan, aunque no genéticamente.