Columna

Entre lisonjas, dicta su segundo informe Marco Bonilla

El ultraderechista Marco Bonilla, alcalde del municipio de Chihuahua, rindió su informe que le obliga la ley. Como siempre, fue más el boato y la fosforescencia lo que estuvo a la vista de la sociedad, mas no la situación real que reporta el municipio en muchos ámbitos de lo que debiera ser atención primordial.

Llama la atención que del cúmulo de regidores de varios partidos haya una obsequiosidad absoluta hacia el alcalde, entendible en los ediles del PAN, que lo tiene como su jefe y están a su entera y discrecional disposición. Pero extraña más la “oposición” morenista se mueva en el ámbito de lo políticamente correcto y se sume a las alabanzas, actitud similar a la asumida por el resto del cuerpo edílico, incluido Movimiento Ciudadano, que se supone está inmerso en la búsqueda de una estrategia para “reimaginar Chihuahua”, sea lo que sea el significado de esas bagatelas.

Lo que sí es altamente preocupante es que, so pretexto del informe, vayan a dar a las arcas del periódico El Heraldo de Chihuahua, y sobre todo de El Diario de Chihuahua cantidades enormes de recursos públicos para pagar planas y planas de publicidad en favor de Bonilla, y además las consabidas salutaciones a que se ven orillados los proveedores para quedar bien con el poder.

Es la historia de siempre de los malos gobiernos.