Como es costumbre, la audiencia en la que se tomarían determinaciones judiciales muy importantes contra Francisco Garduño, el director del Instituto Mexicano de Migración, se pospuso.

Estas dilaciones las más de las veces llevan el propósito de sacar de foco de la atención pública, escándalos como la muerte de 40 migrantes en Ciudad Juarez. El mandato de que la justicia debe ser pronta y expedita, simplemente no existe, en general, y en particular para estos casos.

Como cosa curiosa, hay que señalar que se ha propalado que la gobernadora Maru Campos se reunirá con Garduño, siendo dos personajes que tienen deudas con la justicia. Contra la primera pesa la revisión a una vinculación decretada, hoy interrumpida por su fuero, pero que terminándosele habrá de continuar con resultados que no viene al caso conjeturar.

En el caso de Garduño, no veo cómo no se le vinculará a un proceso penal, y cuando esto suceda, tendremos muy claros que dos funcionarios de alto nivel se reúnen para examinar asuntos de la mayor importancia y que tienen como común denominador las famosas deudas con la justicia, que dejadas al tiempo se convierten en impunidad.

Ya veremos.