Creo que los mexicanos estuvieron más atentos del encuentro beisbolístico entre México y Japón, que en el evento de adhesión del pasado sábado en el Zócalo. Hay fanaticada en uno y otros espacio, pero sin duda gana el llamado “rey de los deportes”.

No soy aficionado a ese espectáculo, lo digo como defecto, no como virtud. Pero el desenlace de ayer con la derrota de México, no sin batirse fuertemente, me hizo recordar una promesa demagógica e incumplida de la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván.

Se acababa de sentar en la silla del poder, cuando anunció que se crearía la “universidad del beisbol” en Chihuahua. Hasta ese momento no hay absolutamente nada, y quizás el contratiempo deportivo de ahora se convierta en recordatorio para que cumpla su palabra, porque ya se reconoce en todas partes que es una mentirosa pertinaz, como lo demostró la investigación periodística de La Verdad Juárez y Ráichali.

Ni modo, la cabra tira al monte, y en el deporte sólo veo política y negocios.