Finalmente, por información que circula en los medios judiciales y noticiosos, a Germán M. L., identificado como Gina, estará en prisión preventiva, medida cautelar, por un plazo de tres meses.
Se subraya que se le acusa de un delito que tiene como contenido atacar la “paz pública”. Movería a risa el cargo si no fuera porque en simultaneidad, en la realidad que vivimos, han sido asesinadas más de cinco mujeres de manera violenta en las últimas 36 horas.
A qué paz pública se refiere el gobierno con todo y sus jueces, si no son capaces de garantizar la seguridad e integridad de la vida humana, en este caso de las mujeres que precisamente el 8 de marzo salieron tumultuariamente a denunciar la opresión patriarcal que padecen, la ausencia de los aparatos de seguridad, y la parálisis de la administración de justicia en que se respalda al ancestral impunidad.
A manera de subrayar lo anterior, en el municipio de Madera, por ejemplo, concretamente en la zona aledaña al mineral de Dolores, se registran continuamente balaceras, causando el temor de los habitantes, sin que ninguna fuerza pública atienda para contener lo que eso significa, más cuando golpea fuertemente a los trabajadores asalariados de las minas de ese lugar.
Se trata de una paz pública bajo sospecha, resultando paradójico que quienes desde la calle denuncian que no hay justicia, sean los imputados por la comisión de delitos. A contrapelo de esto, las autoridades omisas al parecer no cometen ninguna falta, pero están el primer lugar de la lista por su irresponsabilidad.