Esta columna está de regreso
A partir de hoy esta columna reanuda sus actividades, luego de una jornada vacacional. La realidad casi obligaba a interrumpir el descanso decembrino, dada la turbulencia de acontecimientos presentados en la coyuntura, en especial la fuga del CERESO estatal número 3, sus secuelas de violencia y crimen, y obviamente, también, la captura de Ovidio, el hijo de El Chapo Guzmán, que igualmente dejó una estela impresionante de sangre y fuego.
Al regresar se impone que vayamos abordando estos temas para saldar en parte la deuda con los lectores que me siguen, como a los que ofrecemos algún comentario sobre la Cumbre de los tres presidentes de Norteamérica, que está en proceso, y que ha dado una miga importante para valorar la política internacional de nuestro país. Y por qué no, hasta la desfachatez de Javier Corral, de haber confiado en su exfiscal César Augusto Peniche Espejel, en un juego de traiciones y puñaladas recíprocas.
En fin, aquí andamos, y seguiremos andando.