¿Y la violencia, Maru?
Quienes ocupan el gobierno que encabeza Maru Campos ya se están sobando las manos por todo lo que les pueda tocar, en puestos y prebendas, ante la supuesta continuidad que la eventual participación de la gobernadora pueda tener en el proceso electoral de 2024. O sea, eso que se llama “eso equipo”.
No es privativo de Chihuahua, pero en esto momento lo que nos preocupa es precisamente el estado de cosas que guarda nuestra entidad, aunado a la posible –muy posible– liberación navideña del canalla (lo reitero, aunque a algunos produartistas les moleste) César Duarte Jáquez.
Todo este ambiente pro Duarte, las fiestas de diciembre, han generado una cortina de humo que no nos permite observar información que está latente y merece toda nuestra atención.
Mientras los políticos profesionales enquistados en el poder piensan en esa, su continuidad, la ciudadanía tiene que dejar pasar de lado (por distracción) datos como los que caba de publicar la TResearch Internacional (empresa encuestadora cuyos directivos estuvieron ligados en algún momento a Mitofsky) acerca de la violencia en el país y en cuyas estadísticas la entidad gobernada por Maru Campos no sale bien parada.
Por ejemplo, con corte al mes de noviembre pasado, y teniendo como fuentes al INEGI y al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, TResearch indica que Chihuahua ocupa el cuarto lugar en el número de víctimas por homicidio doloso, con 11 mil 079, en lo que va del sexenio de López Obrador, que suma a nivel nacional 141 mil 121 homicidios de ese tipo.
Hasta agosto de 2002, a nivel municipal, Ciudad Juárez ocupaba el segundo lugar, apenas debajo de Tijuana, Baja California, y arriba de León, Guanajuato, como la comunidad con más homicidios, alcanzando la cifra de 1 mil 273 víctimas directas.
Otros datos que preocupan: a junio de este año, Chihuahua ocupaba el cuarto lugar en cuanto a delitos de abuso sexual, con 5 mil 380 casos en lo que va del sexenio lopezobradorista, cuyas cifra general se registró en 90 mil 392 casos.
Y es también en Chihuahua, donde Maru Campos presume el núcleo familiar desde una perspectiva conservadora, y un DIF que todo lo puede, a cargo de su mamá, la violencia familiar tuvo al estado en cuarto lugar, con 42 mil 216 casos registrados hasta junio de 2022. A nivel nacional, el sexenio de AMLO registró, hacia la misma fecha, 819 mil 414 casos.
La violencia familiar es un tema que ha ido creciendo en el estado. Durante 2019 y 2020 el estado de Chihuahua ocupó el quinto lugar en casos registrados, 10 mil 968 en el primer año y 11 mil 293 en el segundo. En 2021 la estadística subió a 12 mil 968 mientras que a junio de 2022 las cifras en la entidad ya iban en 6 mil 987.
Pero eso ocurre sin que nos demos cuenta, sin que nos enteremos, porque lo que prima en la prensa vendida, que la hay, y en donde sólo existen amigos y enemigos (con sus notables excepciones), es el reporte, el termómetro de las guerras internas y externas, de los procesos electorales.
Afuera hay toda una sociedad con problemas diversos, como la violencia expuesta en fríos números, pero la preocupación de los cercanos al poder es hacia dónde gira la mirada de la gobernadora, y con ella todos sus corifeos.