No se ría: Silvano Aureoles quiere ser presidente
La escena parece extraída de una mala tragicomedia mexicana: el inefable exgobernador de Michoacán y admirador de César Duarte, Silvano Aureoles, anunció hoy en rueda de prensa que quiere ser presidente de la república.
Se asume como un “cruzado” por México y anuncia que su pretensión pasará por el filtro del PRD y que ha recorrido el país para anunciar un Frente Amplio Opositor. Pero, ¿qué ya no hay uno, el que conforma el PRD en alianza con el PRI y el PAN?
Lo acompañaron, cómo no, Hortensia Aragón, pensando que los chihuahuenses ya olvidamos los 2 millones de pesos que le dió su amigo César Duarte y que devolvió, extrañamente sin cargo alguno, tras destaparse el escándalo de la llamada “nómina secreta” en el sexenio de Javier Corral, a quien la exdiputada y senadora alguna vez calificó como un “demócrata”.
El propio Aureoles fue acusado por los michoacanos por supuestos actos de corrupción, autoritarismo y negligencia frente al incremento de la violencia en esa entidad.
En la rueda de prensa también estuvo Alberto Frutis, un personaje desconocido para los chihuahuenses, pero que fue subsecretario de Educación durante el gobierno del oportunista Aureoles. Frutis renunció a mediados de este año al PRD, pero como sus amigos van por la grande, ya se puede ir haciendo de la vista gorda.
Se trata del retorno de los que no se asquean porque ya han probado de todo y de quienes cínicamente le apuestan a la desmemoria ciudadana. Dijo Aureoles, textualmente, durante su rueda de prensa: “Hay que perdernos el asco y vamos a ver cómo construimos una gran alianza que nos permita ser competitivos y frenar el desastre nacional”.
De ese tamaño es la pretensión que, a todas luces, igual que las “corcholatas” morenistas, andan encampañados impunemente.
Allá usted si los toma en serio.