El exauditor superior del estado, señor Jesús Manuel Esparza, se ha convertido en la otra boca de ganso del duartismo al que sirvió. Dice ir por la revancha contra Javier Corral, el exfiscal Peniche y otros personeros del quinquenio 2016-2021. Ha presentado algunas denuncias de medio centenar con las que quiere ocupar a la fiscalía maruquista y eventualmente al aparato judicial. Dice que va con todo y habrá que estar pendiente del caso o los casos, a los que desde luego no les niego importancia.

Es una obviedad que habla por la pandilla de César Duarte, de la que aún forma parte. Habla por él y por el conjunto, por eso es boca de ganso, ya que por su garganta fluyen voces que no necesariamente es la suya.

Como suele suceder con las voces de ganso, llevan implícitas errores de los que no se percatan y que solo el tiempo y el desenlace de los casos los evidencia.

Y lo que son las cosas: cuando cualquier sensato le recomendaría que ahí deje las cosas, él insiste y así sin querer mantiene vivo el escándalo del que él fue pieza clave como tapadera en la auditoría pública más importante. Ver para creer.