Parece liturgia. Los proveedores de los gobiernos al parecer no se cansan de la publicidad agobiante que permea todas las campañas políticas. No tienen consideración por los ciudadanos. Antes muertos que no expresar su lambisconería.

En la prensa de papel, en este caso los Diarios de Rodríguez Borunda y los periódicos de Doña Paquita, continuan promoviendo a diestra y siniestra salutaciones y felicitaciones a los ganadores en la elección. Publicaciones sin sentido y sin importancia, pero costosas, ciertamente con cargo inicial al bolsillo de los proveedores gubernamentales, que después se desquitan a la hora de los contratos. 

Esa prensa ya no merece ese tipo de subsidios. Su papel quedó al descubierto plenamente en esta elección, aparte de su decadencia y falta de lectores. Pretenderán seguir viviendo del presupuesto, y eso se debe cancelar, sobre todo ahora que la información llega, si de rapidez  se trata, mucho mejor por vías digitales. 

Por lo pronto, pasando al tema de la publicación de edictos que nadie lee, y de los que parasita también esta prensa, buscaré un encuentro con algunos diputados para presentar una iniciativa que permita crear una red de servicios de información oficial, que se da en el sistema judicial y notarial, para que a precios sumamente bajos sea la única vía para este tipo de comunicación procedimental y deje de ser botín de la mala prensa a la que ya me he referido. 

Nos lo va a agradecer el servicio de la justicia, que debe ser gratuito.