Hoy por la mañana vi que un amigo, León “El Coco” Reyes, se duele por la que puede ser la futura designación de Félix Salgado Macedonio como candidato a la gubernatura del siempre enlutado estado de Guerrero. En realidad no sé si tal cosa sucederá.

Ese lamento me recordó una vieja conversación con un sabio médico, de especialidad en ginecología, que hace ya muchos años me pidió examinar, junto con él, la inminente derrota del movimiento estudiantil en la Universidad Autónoma de Chihuahua, que se desató a principios del año de 1973. La entrevista fue en su auto; transcurrió amable y fue pródiga en consejos para mí y en recomendaciones de filosofías que muchas veces no alcanzamos a comprender del todo. 

Sé de cierto –me dijo pausado– que su justo movimiento va a ser derrotado, que no lo dejarán florecer. Son más los mediocres que tienen enfrente y el gobernador Óscar Flores Sánchez, un asesino redomado, está decidido a aplastarlos. Y cuenta en su favor con el apoyo del presidente Luis Echeverría, que no se para en mientes como lo demuestra el movimiento de 1968. Seguramente notó mi asombrada y triste cara.

En perspectiva, este movimiento triunfará porque nuestros adversarios se van a podrir y entonces la historia les dará la razón y ojalá vengan otros y concluyan la tarea. Sólo hay una cosa que no entienden los poderosos: la filosofía de la historia y sus moralejas. Usted y los suyos sigan adelante. Para qué –se preguntó– echarle perlas a los cerdos. 

Así tú, amigo, si el presidente de la república está empeñado en sacar adelante a su candidato en Guerrero, en consolidar sus dedazos, pelear con la mitad de la humanidad, en perder dos horas diarias en las mañaneras, en polarizar y a desatender la cosa pública, no perdamos tiempo en minucias. Al final todo se va a pudrir. 

El problema de todo esto es el de los ciclos: ¿cuánto tiempo se llevarán los gusanos en fermentar, derruir, destruir lo que hoy se hace? Nadie lo sabe, pero de que sucederá ineluctablemente, no me queda duda. 

Sólo una certidumbre tengo: no lo vamos a ver.