Hoy a temprana hora presentaré por conducto del Instituto Estatal Electoral la solicitud para aquellos se garantice los derechos a una candidatura independiente al gobierno del estado. No es una defensa, en estricto sentido, para mi persona, para mi calidad de ciudadano con derechos plenos, sino una forma de levantar la voz en contra de una partidocracia podrida que se arroga en los hechos el monopolio de postular candidatos, actuando con porfía porque saben que a la postre se pueden salvar escollos y presentar el mismo menú al pueblo y que éste se aguante, porque en esa visión, así se desprecia a la sociedad en su conjunto.
El juicio que abriré hoy se llevará inicialmente al Tribunal Estatal Electoral, y si es el caso, al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ambos tendrán que resolver en tiempo para que, salvaguardada la legitimidad, justicia y derecho de mi aspirantía, pueda estar arrancando la campaña cívica durante los primeros días del mes de abril.
De ninguna manera la última palabra se ha dicho, eso se resolverá a su tiempo y espero que los órganos electorales jurisdiccionales pongan en práctica una visión del derecho progresiva, justa, que acate el Artículo 1 de la Constitución Federal, que le abra compuertas a la democracia y que dignifique o al menos propicie la dignificación y eventual consolidación de la misma.
La elección chihuahuense puede desembocar en una profunda crisis, y al no dudarlo, ahí estaremos presentes, defendiendo la legalidad que los órganos decreten conforme a derecho o la legalidad que se conquista desde la calle.