Ya existe una rebeldía en la estructura panista en contra de la reforma electoral corralista. Hasta este momento la iniciativa es secreta y sólo restan los días de junio para encararla en ausencia de los ciudadanos y el resto de los partidos. Cierto que el PRI se ha pronunciado siempre buscando sus ventajas en época de decadencia.

MORENA pareciera que no está en el debate, su ausencia en los medios es superlativa y se ignora cual será la determinación de su fracción parlamentaria y en especial si será unificada, lo que es más que lamentable por la importancia política de este instituto-movimiento. Esperaremos al respecto para hacer un juicio con mayor consistencia. 

Lo que sí es indiscutible es el inmovilismo y la ausencia de pronunciamientos que se reclaman por actores del propio partido morenista que se han comunicado a esta columna para deplorar esta circunstancia. 

Ni en los tiempos en el que el PRD representaba a la izquierda con escasas curules, se advertía esta actitud que hoy señalo para MORENA; un partido que se asume del lado de la democracia y las consultas ciudadanas no puede estar en una especie de ostracismo auto impuesto. 

Llama la atención en todo esto que un aspirante a la candidatura a gobernador como Víctor Quintana, precisamente por ese partido, esté planteando de manera arrepentida la realización de un plebiscito cuando se saben dos cosas esenciales: en primer lugar, que la desconocida propuesta corralista ande de la greña con las leyes generales y la Constitución, lo que la hace inviable; y por otro, el problema del tiempo, que en realidad ya no hay, salvo que los panistas de Corral se decidan a hacer un fast track

Siempre será de deplorar una ausencia escrupulosa en estos temas tan importantes.