Omar Bazán, diputado local y presidente del PRI estatal, publicó un costoso desplegado en la prensa, a full color y ya con lo que puede ser el logo de una pretendida campaña a gobernador, en el que se dirige a los trabajadores del sector salud ofreciéndoles el reembolso de lo que se gaste en guantes, cubre bocas y otros elementos de protección. Dice que el personal médico, enfermeras, enfermeros, en general quienes están en el frente de batalla por el Covid-19, requieren de su respaldo. Da sus teléfonos de oficinas, proporciona su celular, tanto de aquí (614) como el de la Ciudad de México (55).

Vista a muy buena distancia parece un acto de generosidad y filantropía inobjetable. Pero no es la única mirada posible. La otra es que su calidad humanística está bajo sospecha, cuenta habida de que sus acciones en comentario obedecen a su ambición de llegar a la gubernatura del estado durante las elecciones de 2021 y por el PRI, lo que es público y notorio.

A esto se le llama simple y sencillamente lucrar con la tragedia. Si quiere apoyar que lo haga con la discreción que enaltece, no mediando su conducta a través de la publicidad convenenciera. 

Por eso afirmo que lo que hoy da u ofrece dar Omar Bazán te lo va a querer cobrar mañana, pretendiendo doblegar las libertades ciudadanas con las acostumbradas dádivas del viejo PRI.