La respuesta cívica contra la desmesura de pretender construir un estacionamiento aledaño al Museo Casa Redonda en una reserva territorial llamada a servirle a la institución cultural, dio frutos más rápido de lo que algunos pensaron. En unos cuantos días se evidenció lo que significa una pugna entre la razón y la sinrazón; entre los intereses mezquinos y los de la sociedad; entre la estrechez y cortedad de miras de un grupo empresarial y el horizonte que hombres y mujeres muy destacados de la cultura tienen a la vista para Chihuahua. Quienes pretendían hacer el estacionamiento tuvieron que recular por una razón obvia: sólo fortalecerían sus ambiciones si a ese propósito contaban con la presencia de la policía para acallar la resistencia. La lección que dejó el triunfo para impedir mover el Mausoleo de Francisco Villa sigue rindiendo frutos, pero no es el colofón completo, aún faltan cosas por hacer en el futuro.

Lo dijo, quizá sin proponérselo, Ileana Portillo, directora del museo, en referencia al presupuesto público para la cultura, reiteradamente negligido, pues en la visión de los gobernantes eso no sirve. La señora Portillo dijo que “no se ha hecho nada, por falta de presupuesto (porque) los gobiernos siempre limitan los recursos para la difusión de la cultura (y) no se considera como algo prioritario, como otros programas”. En efecto, el terreno que estuvo en disputa no se ha desarrollado por el desprecio contra la cultura.

En el palacio de gobierno fue donde en realidad se dio reversa, sabían que era un movimiento creciente y que los llamados a ser los líderes se parapetaron en los intereses más amplios de la sociedad civil, por una parte y muy importante; por otra, que el gobierno actual ya no siente lo duro sino lo tupido y no quiso ingresar a una batalla más larga porque de antemano sabía que la tenía perdida. Continuar la lucha significa buscar votaciones presupuestales para terminar el desarrollo, porque mientras no sea así las ambiciones de quienes encabezan el fideicomiso permanecerán latentes, mas como nos hemos podido dar cuenta, no entienden la diferencia sustancial entre un fideicomiso y una propiedad, precisamente porque se conducen como propietarios de algo en lo que hay inversión pública federal y estatal, y por tanto los intereses de la sociedad que pretendieron socavar.

Moraleja: luchar y resistir da frutos.

 

Señora Merodio: ¿cuál será su voto?

lilia-merodio1-12jun2014

La señora Merodio, a saber senadora de la república, salió a la palestra para hablar de muchos temas dentro de los cuales incluye hasta un relleno sanitario y la vida silvestre que no sabemos hasta qué grado conozca. Pero cuando el reclamo nacional es si los priístas honrarán su palabra y voto mediante el cual reformaron, para bien, la Constitución en materia de telecomunicaciones, ahora existe el temor fundado de que cierren filas para una regresión, si nos atenemos a la disciplina prevista al iniciador de la contrarreforma, que es Enrique Peña Nieto. Como representante debiera entender que esta es la prioridad, que no se manda sola, como dicen los rancheros, y que como senadora es tiempo de que nos diga por dónde levantará su manita. Esa es la prioridad en esta coyuntura.